tag:blogger.com,1999:blog-43674242742421236772024-02-19T00:43:36.873-08:00Palabras desde el EslaPALABRAS DESDE EL ESLA. La vida y la memoria. La profesión y la pasión. La lucha y el descanso. Porque escribir es mi destinoAna Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.comBlogger87125truetag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-10056352212456312012021-04-08T08:17:00.002-07:002021-04-08T09:21:20.238-07:00Una mujer camina sola. El tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación.<p><br /></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"></blockquote><p><br /></p><p><br /></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmUICyVL3qoEeQNaBDo_n8vHoOGbtur9mLqVPfq4zmMUdWLdqgTx9z_RaGAWaWc00XHxQ__Xp2qW3mch67LTZyAjWj0pKY3zYOnWs1hVu5MVkDZcYnwoaU3wB2IAyrPfi8DA1-SM6VlXs/s2048/Ana1.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1370" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmUICyVL3qoEeQNaBDo_n8vHoOGbtur9mLqVPfq4zmMUdWLdqgTx9z_RaGAWaWc00XHxQ__Xp2qW3mch67LTZyAjWj0pKY3zYOnWs1hVu5MVkDZcYnwoaU3wB2IAyrPfi8DA1-SM6VlXs/w134-h200/Ana1.JPG" width="134" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ana Gaitero Alonso.<br />Foto: Jesús F. Salvadores<br />.</td></tr></tbody></table><p></p><p><br /></p><p><span style="text-align: center;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><br /></p><p style="text-align: center;"> </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p class="western" style="text-align: left;"><i>“Una mujer camina sola, despacio, con su mundo a
cuestas y algo se tuerce... desde entonces las cosas más bellas que
le da la naturaleza son la causa de que quieran destruirla</i>”. <b>Charo
Acera y Begoña Rodríguez, artistas</b>. Exposición Mujer. Mayo de
2004. El Albéitar.</p></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="western"><span style="font-size: small;"><br />Conferencia pronunciada el 12 de noviembre de 2004 en León.</span></p></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><span style="font-size: small;">Clausura de la formación en violencia de género organizada por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de León y dirigida a policías locales y trabajadores sociales.</span> </p></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote>
<p class="western" style="text-align: left;"><br />
</p>
<p class="western"><br /></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Hay un acuerdo unánime entre las investigadoras
en que hay un antes y un después del asesinato de Ana Orantes en el
tratamiento que los medios de comunicación han hecho y hacen de la
violencia de género. Ana Orantes fue rociada con gasolina y quemada
por su ex marido en 1997, a quien un juez le permitía vivir en la
misma casa, en el piso de abajo, a pesar de las numerosas denuncias
que tenía por malos tratos.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Lo que hizo distinto el caso de Ana fue que ella
había contado su historia en la televisión. Como señala Isabel
Menéndez, confirma que los medios de comunicación se retroalimentan
porque necesitan imágenes; pero también es una evidencia de que si
sales en televisión, existes y un dato más para reflexionar sobre
la responsabilidad social de los medios de comunicación.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Algún periodista tuvo que pensar entonces que
aquel testimonio contribuyó al asesinato de Ana Orantes, aunque su
hija ha reiterado que quien condenó a su madre a vivir en la misma
casa que su agresor fue el juez que dictó la sentencia.
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En cualquier caso, a partir de este
crimen la violencia de género entra en la parrilla mediática.
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En un repaso a los anuarios del
Diario de León desde su primera edición vemos que el problema de
los malos tratos no trasciende a sus páginas hasta el año 1998:
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><i>_Lucha contra los malos tratos </i>
</span></p>
<p class="western"><i><span style="font-size: medium;">_Sesenta mujeres murieron a manos
de sus parejas en un año destacado por la conciencia social.</span></i></p>
<p class="western"><span style="font-size: large;">El artículo refleja que los
asesinatos que lograr colarse por la ventana mediática, “por su
brutalidad”, son sólo la punta del iceberg del problema de la
violencia hacia la mujer. Y los malos tratos son, a su vez, sólo una
parte de la violencia sexista reinante.</span></p><p class="western"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p class="western"><span style="font-size: large;">Nevenka vence a Ismael, pero...</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En León tenemos un caso muy cercano
que, a pesar de lo escandaloso, no ha hecho sonrojarse a muchos
poderosos, incluidos medios de comunicación. Nevenka vence a Ismael.
Así se titula la información en la que se informa, como síntesis
del año, de la condena del alcalde de Ponferrada por acoso sexual a
la ex concejala y su posterior dimisión como alcalde y, más tarde,
como consejero de Caja España.</span></p><p class="western"><span style="font-size: medium;">La noticia plantea el caso como un
duelo entre los dos, cuando en realidad quien ha condenado al ex
alcalde de Ponferrada es la Justicia y lo que hizo Nevenka Fernández
fue denunciar una conducta que el Código Penal tipifica como delito.
Los medios de comunicación son responsables de esta representación,
pero no los únicos. El caldo social y cultural en el que se cuece
esta noticia está plagado de prejuicios: algo haría ella, pues
mírala que lista iba de concejala... </span></p><p class="western"><span style="font-size: medium;">¿Cuál fue la actitud que se
adoptó ante la denuncia de Nevenka Fernández? Ella se convirtió en
la principal sospechosa, mientras que él fue rodeado por sus
concejales en un acto de solidaridad para proclamar su inocencia
antes de ser juzgado. No hubo concejales ni concejalas que se
pusieran de parte de Nevenka Fernández, excepto en la oposición, lo
cual contribuyó a que las sospechas sobre la joven aumentaran puesto
que el tema pasaba a ser también una disputa política.</span></p><p class="western"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p class="western"><span style="font-size: medium;">El antecedente de Artemisia Gentileshi</span></p>
<p class="western"> <span style="font-size: medium;">Lo que pasó con el caso Nevenka no
es casualidad, ni fue una confabulación mediática. Es un proceso
que tiene tras de sí una carga histórica y cultural, sin que esto
sirva para exculpar, ni mucho menos, a quienes están al frente de
las noticias:</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Por no ir más lejos,
situémonos en el siglo XVII y conozcamos a una mujer, una artista.
Artemisia Gentileschi. Su propio padre la acusa de haber provocado
que un amigo suyo, Agostino Tassi, también pintor, el maestro de la
quadrattura, la violara. Pilar López, profesora de la Universidad de
Salamanca y experta en violencia de género, utilizó este ejemplo
para explicar cómo, por un lado, la mujer no ha participado de lo
que se ha definido como hombre y mujer y que las representaciones
culturales _<i>como todo lo que hacemos en los
medios de comunicación</i>_ se realizan desde el
poder.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: large;">Se la considera la primera mujer
pintora de la historia, pero a pesar de este reconocimiento, es muy
poco lo que sabe de ella y en los diversos apuntes biográficos que
se pueden recopilar de Artemisia en Internet sirvan estos dos para
comprobar cuán dispar puede ser la interpretación de un mismo hecho
y en este caso no hay periodistas por el medio.</span></p>
<p class="western">
</p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Retomo la cuestión de la evolución
del tratamiento informativo de la violencia de género en los últimos
años. Se ha pasado de la invisibilización a la toma de conciencia,
al menos en un período de dos o tres años, sobre la existencia de
un problema social. La violencia contra las mujeres ha salido del
ámbito familiar a la esfera pública. De los huecos reservados a los
sucesos, a las páginas de nacional, información local y a las
portadas de los periódicos. Las noticias sobre asesinatos de mujeres
han llegado a abrir teledario. Lo mismo que ha dejado de ser un
asunto privado para convertirse en problema público, porque no hay
que olvidar, por ejemplo, que hasta hace menos de cinco años el
domicilio era inviolable. O que términos como acoso sexual son
reconocidos como delitos desde hace menos de una década
</span></p>
<p class="western"> <span style="font-size: medium;">España Código Penal de 1995. </span><span style="font-size: large;">Acoso sexual (artículo 184):</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><i>El que solicitare favores de
naturaleza sexual para sí o para un tercero prevaleciéndose de una
situación de superioridad laboral, docente o análago, con el
anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado
con las legítimas expectativas que pueda tener en el ámbito de
dicha relación, será castigado como autor de acoso sexual con la
pena de arresto de doce a veinticuatro fines de semanas o multa de
seis a doce meses.</i></span></p>
<p class="western">
</p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">El término malos tratos también es
de cuño reciente en los medios de comunicación, aunque existe
alguna aportación histórica curiosa como es el caso de las noticias
aparecidas y viñetas aparecidas en los años 20 en el periódico
Galicia, (investigación de la profesora Carme Hermida).
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Anuario 1997: <i>Venganza
pasional en Burgos. Un ataque de celos termina con el asesinato de
cinco personas y el suicidio del homicida.</i>
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En el texto: “el móvil múltiple
del asesinato: el amor”. Ella, dice la crónica, “le había
despreciado” la noche anterior al asesinato. De esta guisa, los
crímenes pasionales han plagado la crónica negra de los periódicos
durante prácticamente todo el siglo XX. El verdadero móvil, la idea
de poder que el hombre tiene sobre la mujer, no aparece reflejado en
estas crónicas, salvo en casos muy excepcionales. Este concepto no
había traspasado las fronteras de los círculos feministas.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Desde los años 70, las
investigaciones llevadas a cabo inciden es que es necesario enfocar
el análisis de por qué los hombres, mucho más que las mujeres,
utilizan la fuerza física y estrategias de poder y de control con
sus parejas bajo cuatro puntos fundamentales:</span></p>
<ol>
<li><p class="western"><span style="font-size: medium;">La utilidad explicativa de la
construcción de género y poder.</span></p>
</li><li><p class="western"><span style="font-size: medium;">La necesidad de analizar la
familia como una institución que estructura relaciones entre
hombres y mujeres de acuerdo al género y al poder.</span></p>
</li><li><p class="western"><span style="font-size: medium;">Comprender y validar las
experiencias de las mujeres.</span></p>
</li><li><p class="western"><span style="font-size: medium;">Desarrollar teorías y modelos
que reflejen las experiencias de las mujeres.</span></p>
</li></ol>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: large;">Concha Fagoaga hace constar, en su informe
sobre violencia en los medios de comunicación en 1999, que la
violencia masculina contra las mujeres “pasó de puntillas y
disfrazada por las páginas de los periódicos hasta comienzos de los
años 80”.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En una lectura rápida de titulares
de los años 80 hasta aquí encontramos:</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><b>1984</b>: <i>Vista por el homicidio de una
joven de 14 años por su amante de 55.</i></span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><b>1987</b>: <i>Mata a su mujer por una ristra
de cebollas.</i></span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><i>Apuñala a su mujer por celos.</i></span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><i>Piden 25 años para un hombre que
mató a su esposa por ser feminista.</i></span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><i>Mató a puñaladas a su novia al
enterarse de que estaba embarazada.</i></span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Posiblemente, la primera noticia en
la que aparece el término en el Diario de León sea esta publicada el 29 de mayo de 1987, que anuncia la próxima apertura en León de
una casa de acogida para mujeres maltratadas:
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">“A partir de junio, León capital
contará con la primera «Casa Refugiode Mujeres Maltratadas» de </span><span style="font-size: medium;">nuestra provincia, y posiblemente de
la Comunidad Autónoma de Castilla y León, gracias a la ini</span><span style="font-size: large;">ciativa de la Asociación Leonesa de
Mujeres «Simone de Beauoir”. Esta entidad de carácter feminista,
despues de tres años y medio de gestiones ante diversos i</span><span style="font-size: large;">nstituciones de la provincia, ha
conseguido materializar un proyecto que responde a la necesidad real
de ofrecer un apoyo exento de paternalismo a numerosas mujeres que
sufren malos tratos fisicos o psíquicos por parte </span><span style="font-size: large;">de sus maridos, compañeros o bien
de otros familiares en el caso de algunas madres solteras, y carecen </span><span style="font-size: large;">de apoyo familiar.</span></p><p class="western"><span style="font-size: large;"> La «Casa Refugio
de Mujeres </span><span style="font-size: large;">Maltratadas de León», cuya
ubicación no se dará a conocer públicamente por razones obvias, </span><span style="font-size: large;">será inaugurada y presentada
totalmente el próximo martes, 2 de junio, en el Centro de
Asesoramiento y Promoción de la Mujer dependiente de la Delegación
Territorial de la Consejería de Bienestar Social. Sin embargo, la
Casa Refugio no estará gestionada por esa ni por ninguna otra
institución de la provincia, aunque cuenta con algunas subvenciones
oficiales, sino directamente por la citada asociación de mujeres,
según lo señalan a DIARIO DE LEÓN dos representantes de la misma,
Covadonga y Milagros”</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Las siguientes noticias aparecidas
son la reseña de la inauguración, el 3 de junio, y un reportaje
humano a partir del relato de una las víctimas acogidas, que aparece
el 26 de julio de 1987. Como información complementaria, la
periodista recoge que durante el año 1986 fueron denunciados 180
casos de malos tratos en las comisarías y cuarteles de la Guardia
Civil de la provincia. Es decir que el problema no es nuevo; se
mantiene constante en el tiempo y es conocido en el ámbito de la
seguridad ciudadana.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">En cuanto al
tratamiento, el reportaje recoge esta observación: "Angeles
Rivera, asistente </span><span style="font-size: medium;">social del
Centro de Información </span><span style="font-size: large;">a la Mujer,
señala que los casos d</span><span style="font-size: large;">e
alcoholismo, desequilibrios </span><span style="font-size: large;">mentales,
presión social, etc, s</span><span style="font-size: large;">uelen ser
bastante frecuentes </span><span style="font-size: large;">como causas
desencadenantes </span><span style="font-size: large;">de la
violencia sobre las mujeres".</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Sin embargo,
«cada caso es muy </span><span style="font-size: large;">distinto»,
matiza, y no descarta </span><span style="font-size: large;">la existencia
de personas que han </span><span style="font-size: large;">aprendido
cultural y familiarmente </span><span style="font-size: large;">el uso de la
violencia.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Este proceso informativo: noticia a
raíz de la apertura de un dispositivo de protección para las
víctimas, no tuvo el mismo eco en los medios nacionales cuando se
abrió la primera casa de acogida en Barcelona en 1983. En este
sentido, cabe apuntar que la cercanía es un elemento que favorece la
difusión de determinadas noticias consideradas marginales en la
prensa local.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Según Fagoaga, a finales de los 90
se informa el doble respecto a los años 88-89 y el triple respecto
al período 82-83.
</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">A partir de Ana Orantes, como decía
al principio, la mujer maltratada y posteriormente asesinada “existe”
porque “ha sido representada socialmente por los medios, existe
mucho más que cualquier otra”.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Por ejemplo, la funcionaria leonesa
Mercedes Collado Arias había sido asesinada ese mismo año en Cuenca
por su ex marido, quien le disparó con una escopeta en presencia de
su hijo de siete años. Y no tuvo la misma repercusión; según las
crónicas este asesinato “fue superado en crueldad” por el de Ana
Orantes. Pero, ¿se puede medir la crueldad? La diferencia aquí no
es de crueldad sino de construcción mediática: había imágenes de
la víctima.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: large;">La investigación recalca que, a
finales de los 90, entre las fuentes<br /> consultadas por los periodistas
ante estas noticias la policía es el actor dominante: 61,5%; las
mujeres, sólo constituyen el 7,5%; los organismos de Justicia, el 9%
y personas expertas, el 6%.</span></p>
<p class="western"><span style="font-size: medium;">Hoy día creo que esto está
cambiando un poco. El hecho de que se celebren jornadas, cursos,
simposios, etcétera contribuye a difundir otros puntos de vista y
otros enfoques, especialmente en reportajes de investigación, aunque
no tanto en el tratamiento de la noticia de urgencia. </span>
</p><p class="western"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p class="western"><b>Ana Gaitero Alonso, periodista.</b></p><p class="western"><span style="font-size: x-small;">Conferencia pronunciada el 12 de noviembre de 2004 en León.</span></p><p class="western"><span style="font-size: x-small;">Clausura de la formación en violencia de género organizada por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de León y dirigida a policías locales y trabajadores sociales.</span></p>Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-54800894798660346792020-11-09T14:12:00.000-08:002020-11-09T14:12:47.024-08:00Con Zana, en Ciñera <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilsSbBxBkd0819WvqhGXCXxaVzpLNysZDR4RVQOBY8JVO6Siwm9N2-qN330YmWiBYLotrOrmZ2OGN3z-BPuOaZ5Jm7L5fuviHblN47a32zRtp0JbKVSdsFFGdy2Z_TH7aKPHv491c2E-0/s1024/presentaci%25C3%25B3n+libro+de+Zana4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilsSbBxBkd0819WvqhGXCXxaVzpLNysZDR4RVQOBY8JVO6Siwm9N2-qN330YmWiBYLotrOrmZ2OGN3z-BPuOaZ5Jm7L5fuviHblN47a32zRtp0JbKVSdsFFGdy2Z_TH7aKPHv491c2E-0/s320/presentaci%25C3%25B3n+libro+de+Zana4.jpg" width="320" /></a> <br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Ciñera de Gordón, 04-05-2019 <br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBQzht9ooPx3Bw_0jrF40Nms_x7KloSZ_FkKd3nfvAZ88YEZHRgY9IHlhyKB7LdYdzskDZREiBUaywZ3p1uZH1dC6w4M_UDzauqXj6_EvD_g-WKtebzJE5gjlNJANIJAoG1ipmhs5AgoY/s960/zana+firma.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">Quiso el azar, primero, y la querencia, con el paso del tiempo, que
en los últimos treinta y tantos años haya tenido el privilegio de
vivir de cerca el pálpito de la minería y de tratar a los mineros;
y sobre todo, de trotar por las cuencas mineras, cuaderno y boli en
mano para contar lo que sucedía.</a>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"> </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"></p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">A veces se me antoja imaginar que todo empezó cuando, siendo
bien pequeña, me percaté de aquel lunar gris antracita que mi padre
llevaba incrustado en la frente y empecé a preguntar.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwnn-w2ppvQF_xzTBIsuFoR3hdF4byElDFUv2nt9QpDWPI6j4ceANn3fnib-1pg2L5rmlIY41zFvZ-ucz4Fa2lybtVD79LjKUE6z8PbidEM69U6YiS1kJwKyHI6dcbWxHNmJy28JSQuhg/s1600/zana+libro.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwnn-w2ppvQF_xzTBIsuFoR3hdF4byElDFUv2nt9QpDWPI6j4ceANn3fnib-1pg2L5rmlIY41zFvZ-ucz4Fa2lybtVD79LjKUE6z8PbidEM69U6YiS1kJwKyHI6dcbWxHNmJy28JSQuhg/s320/zana+libro.jpg" width="320" /></a>
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">E incluso un poco
más atrás porque, quien más y quien menos, se ha calentado con el
carbón, e incluso se ha tiznado con sus piedras relucientes de grasa
negra en el trasiego de la carbonera a la cocina de casa o a la
estufa de la maestra.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Mucho le debemos al
carbón. Y a las cuencas mineras. El calor y la luz, la prosperidad
de empresas que se esfumaron cual fantasmas y el bullicio de <br /></p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
gentes de todas partes que se acercaban a estos valles lejanos del
norte en busca de una oportunidad para vivir. Les debemos también
ese hálito de dignidad que los mineros impregnaron en la lucha
obrera incluso en los peores momentos del triste final del carbón.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En este devenir, en
el que la profesión y la curiosidad personal han alentado en mí un
apego a la cultura minera leonesa, me he topado con muchas personas
en cuyos ojos he visto el coraje y en cuyas manos se dibujaban las
líneas de una vida ganada con esfuerzo y sudor negro. También he
visto la tristeza inmensa, las lágrimas de impotencia y la rabia de
esposas, padres y madres, hermanos y hermanas, amigos de mineros que
perecieron en esos vientres oscuros hoy silenciosos y yermos.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Hace unas semanas,
Juan Carlos Lorenzana, Zana, me sorprendió con un mensaje por
Twitter, ese patio virtual en el que nos encontramos al menos
semanalmente. Luego, por teléfono, me contó que iba a publicar un
libro de Relatos Mineros y que quería que se lo presentara en
Ciñera.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Es todo un honor
estar aquí con ustedes y con Zana y que sea un libro nacido en las
entrañas de la minería, de la memoria minera y de la mano de un
Minero, con mayúsculas, quien nos trae hoy a esta casa de Cultura de
Ciñera es otro motivo de satisfacción.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKRYMQ8P2X0L9e1LfCEr_tWdQW9DzCAha_6b9DF5gXq7nFo82ZgS0KOPQ-zqX2X_6KgPnq6Pld9U7xJlfbRyPflVvzq6lNnWvtjOAXJBfyGlgUtMOwvaOe0dKDNKrDNVnwzvCaese9zU/s1024/presentaci%25C3%25B3n+libro+de+Zana2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKRYMQ8P2X0L9e1LfCEr_tWdQW9DzCAha_6b9DF5gXq7nFo82ZgS0KOPQ-zqX2X_6KgPnq6Pld9U7xJlfbRyPflVvzq6lNnWvtjOAXJBfyGlgUtMOwvaOe0dKDNKrDNVnwzvCaese9zU/s320/presentaci%25C3%25B3n+libro+de+Zana2.jpg" width="320" /></a>
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Poco puedo decirles
de este hombre que ustedes conocen mejor que yo. Pero les diré que a
Zana le conocí primero de oídas, cuando ya su nombre sonaba entre
los influyentes y de prestigio de esta estirpe del carbón de la
montaña central. Con el tiempo nos encontramos en las redes, en
Twitter, como les decía.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Un tal @Zanalord
hacía rodar mi canto cada domingo. Al principio no me di cuenta o no
sabía quién era exactamente aquel minero tiznado de carbón cuyos
ojos brillaban por debajo de la blancura del casco y que hablaba de
la profecía cumplida de una maestra:
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">“Minero, siempre
Minero. Libros, música ajedrez, música, cine clásico y demás
hobbies prohibidos. Y, sí tenía razón ella, mi profesora, soy el
mismísimo diablo”.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Luego supe que aquel
‘perfil’ era el de Zana. Un ‘lord’ de la cuenca minera de
Gordón que había exprimido sus raíces, paternas y maternas, en
aquel nombre virtual. Supe que era aquel sindicalista a quien se
respetaba tanto dentro como fuera de la mina. Y de quien los
compañeros de profesión hablaban siempre con respeto.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Hoy me siento a su
lado también con respeto y admiración para presentar sus Relatos
Mineros, editados por Eolas y con prólogo de Julio Llamazares.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">La pasión por las
letras y la buena pluma de este Minero ya las conocía a través de
sus artículos en prensa y también por el contenido y la redacción
de muchos de los tuit que le he leído.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Ahora he tenido el
placer de deslizarme por la rampa de su creatividad. Que un minero
nos presente hoy un libro que destila la esencia de los últimos cien
años de esta cuenca, de una forma de vida, de sus dolores y
quebrantos y de la felicidad y el orgullo que trajo también el
oficio del carbón, es ante todo <u>un triunfo personal y colectivo</u>.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">La clase obrera
luchó, y en ese deberíamos seguir, por el pan y las rosas. Y aquí
están esos diez relatos como diez rosas olorosas que seguramente
serán semilla de nuevas flores y otras letras. Porque lo de escribir
me temo que tiene que algo que ver con lo de picar el carbón. La
piedra es dura pero cuando te metes con ella ya no puedes parar.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><u>Relatos Mineros
es un libro testimonial</u>, pero no de un solo hombre, su autor,
sino de un tiempo y muchas gentes, de<u> un territorio que se
transformó con la actividad minera</u> y con el aluvión de seres
humanos llegados desde los lugares más insospechados -hasta de
Pakistán hay noticias en esta cuenca- para engrasar la maquinaria de
una economía autárquica que enriqueció a unos pocos con la sangre
de muchos.</p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> Venían de todas
partes. Como dice uno de los personajes del relato titulado ‘El
primer día del resto de sus días’: “Yo llevo mes y medio aquí
-habló el más alto y fuerte de todos ellos- vine desde Galicia en
un camión cargado de gente tan engañada y necesitada como yo”.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Relatos Mineros es
también como <u>un grito en el silencio fantasmal</u> en el que han
quedado sumidas las cuencas tras el cerrojazo al carbón. <u>Una voz
clara</u> frente a los tópicos y las maledicencias y también <u>unos
trazos de amor inmenso </u>a la memoria personal y colectiva.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En este libro hablan
los vivos y también los muertos, se siente el aire frío, helador,
de la montaña y los pasos de los minerines sobre la nieve y se
presiente el gas silencioso, inodoro e incoloro que es el grisú.</p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> </p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwCW78IsP1UaI_ZpOHfjhOc44FZasYOFmcfrOpjS2sSUvKY21ktvrzqxyPJiQcm3MV8-Wl2FRT06OVjgcqnUfL3uJ38dmA9mIi_DfBad3bvo-kxSZxHkMwPIsI5OfNH6zkTA4xz_F9NZo/s960/zana+firma.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwCW78IsP1UaI_ZpOHfjhOc44FZasYOFmcfrOpjS2sSUvKY21ktvrzqxyPJiQcm3MV8-Wl2FRT06OVjgcqnUfL3uJ38dmA9mIi_DfBad3bvo-kxSZxHkMwPIsI5OfNH6zkTA4xz_F9NZo/s320/zana+firma.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Se sufre la angustia
de los pulmones silicosos y de tantos mineros que temían “meter el
hambre en sus casas” a causa de la enfermedad y se comparte la pena
con las mujeres enterradas en vida bajo un luto negro “como negro
es el carbón que mató a su marido y que a la misma hora arrasó con
su vida y con la de sus hijos”.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Hablan esas mujeres
a las que se les otorgó el papel de reproductoras de productores en
la lógica del capitalismo: “Y todo lo hizo con la resignación y
el silencio que de ella se esperaba, pero con la dignidad que ella
misma se impuso”, como escribe Zana en Más allá de seis palabras
(Como una bola de nieve).</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">El compañerismo
como base de todo lo que se consiguió y de la convivencia en el
interior de la mina, el respeto a la experiencia y la veteranía, la
bravura y profesionalidad de las Brigadas de Salvamento, las mañas
de las empresas para camuflar su responsabilidad bajo la excusa del
azar.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Toda la historia de
Ciñera y de esta cuenca está presente en estos Relatos Mineros.
Pero el autor va siempre más allá de lo local porque lo local es lo
universal sin fronteras. Lo dijo Miguel Torga, el médico y escritor
portugués.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9EBCmChMWFTaR-APA5c4N4KgTafOVzdpyff8XBOeZEynDQPjb9tcoj50OQq0B1ClGFKWPBH2izmShRpBtULsjgQaRsEROIVOhVFx-GalTrtE8xZjaTv56Z0vJki_GSjfjgtn64zP06lo/s960/zana.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9EBCmChMWFTaR-APA5c4N4KgTafOVzdpyff8XBOeZEynDQPjb9tcoj50OQq0B1ClGFKWPBH2izmShRpBtULsjgQaRsEROIVOhVFx-GalTrtE8xZjaTv56Z0vJki_GSjfjgtn64zP06lo/s320/zana.jpg" width="320" /></a>
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Y lo dice Juan
Carlos Lorenzana, el minero y escritor leonés, cuando escribe ese
relato estremecedor ‘A veces el azar, las más no’ en el que saca
el internacionalista que lleva dentro y tira del hilo de la historia
compartida por tantos mineros en tantos lugares del mundo.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">A muchos de ustedes
las historias les serán familiares o rememorarán episodios
personales, seguramente guardan historias que podrían aumentar hasta
el infinito el número de relatos, los posibles principios y finales.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Relatos Mineros nace
con la vocación de que esas voces anónimas y silenciadas
trasciendan estos valles y montañas y dejen constancia de la épica
y del drama del carbón vivida por sus auténticas protagonistas.
Como dice el autor: “Se quiere abrir, mostrar, enseñar, más allá
de las cuencas mineras, cómo fue que sufrimos, que luchamos, que
lloramos y que reímos. Cómo fue que vivimos”</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Y, como dijeron las
feministas de la tercera ola, las de los años 60 y 70, lo personal
es político. Había que contarlo y había que escribirlo.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Con este libro, un
minero ha roto la maldición de que “Cuando todo esto acabe, se
dijo, aquí no van a quedar más que malos recuerdos”.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Este libro llega
justo a tiempo para rescatar esa vida de la tradición oral, del
recuerdo y las experiencias vividas, de la genealogía personal y
colectiva. Como dice el relato de El Camino “No mueren del todo las
cosas, nunca mueren del todo mientras se siga pensando en ellas”.
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Hay aquí narrativa,
etnografía, memoria e historia. <b>Realidad y ficción fundidas en una
piedra de carbón</b>.</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Enhorabuena, <b>Zana </b>y
enhorabuena <b>Ciñera </b>por contar ya con esta perla en la negrura
postrera de la cuenca. </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Ciñera, 4 de mayo de 2019</p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"> </p><p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Si
habéis llegado hasta aquí merecéis saber que fue un acto abrumador por
la cantidad de personas que acudieron y por el calor humano que se
concentró en la Casa de Cultura de Ciñera. <br /></p>
<p style="text-align: justify;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjczu6DqmF_a54aSv9Gh27asRYZY-PXkBz3ZCDAXtzLBf-OIAJSzfeD0KN808nbQDsYaqWrqtgZbOuWjzJY8x3nEYejfG7tXY3w7N8gjWcU7U0vKx51kdtA0lS_xGgc5TCwmTua4V5EMb0/s1600/zana+presentaci%25C3%25B3n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1100" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjczu6DqmF_a54aSv9Gh27asRYZY-PXkBz3ZCDAXtzLBf-OIAJSzfeD0KN808nbQDsYaqWrqtgZbOuWjzJY8x3nEYejfG7tXY3w7N8gjWcU7U0vKx51kdtA0lS_xGgc5TCwmTua4V5EMb0/s320/zana+presentaci%25C3%25B3n.jpg" /></a></p></div><div style="text-align: justify;"><br /><br /></div><br />Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-42817081836101384552020-10-31T05:29:00.001-07:002020-10-31T05:39:47.278-07:00PERIODISMO Y FEMINISMO EN LEÓN. La experiencia profesional y la vivencia personal<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5ml6jdv1XDN7N1dkwkLkZ1TEzj8Gom7ViHk_9vY8p2cIBzlEu3p4ebR3XgkqVtOg_XDvpFb165RbBY7ZPXCjgtT8VJQ0SbDpQ3iqQMHocGs2tuc6dGFwiYJn1gBhh5d8hYj7J6fpc66k/s680/Ana+Musac.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="680" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5ml6jdv1XDN7N1dkwkLkZ1TEzj8Gom7ViHk_9vY8p2cIBzlEu3p4ebR3XgkqVtOg_XDvpFb165RbBY7ZPXCjgtT8VJQ0SbDpQ3iqQMHocGs2tuc6dGFwiYJn1gBhh5d8hYj7J6fpc66k/s320/Ana+Musac.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p><p style="margin-bottom: 0.35cm;">
</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgygL2tgEmQ4tqLc6hw4e5A3XGfIxUQgc0pt_7qoo6xSCUenvOtqIcywFnnz_xw7SNmBAokchyphenhyphenfo4e6F6nqHjT3w05UHYx2WRCoTY35w9qD5iAFNFsvEcHNXe6NEfDJkXL0DHPP_TfX_2k/s4608/20200308_192000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4608" data-original-width="3456" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgygL2tgEmQ4tqLc6hw4e5A3XGfIxUQgc0pt_7qoo6xSCUenvOtqIcywFnnz_xw7SNmBAokchyphenhyphenfo4e6F6nqHjT3w05UHYx2WRCoTY35w9qD5iAFNFsvEcHNXe6NEfDJkXL0DHPP_TfX_2k/s320/20200308_192000.jpg" /></a></div><br />PERIODISMO Y FEMINISMO EN LEÓN. La experiencia profesional y la
vivencia personal<p></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Para empezar por el principio voy a
ir al final. O no tanto. A un acontecimiento más o menos reciente. A
finales de 2015 se celebraba el 40 aniversario de la Asociación
Flora Tristán de León. Escudriñando en la hemeroteca comprobé la
impronta que las feministas leonesas han dejado en la ciudad y en la
provincia desde el momento de su nacimiento, en 1975, en la
buhardilla del CCAN y con la dictadura dando coletazos y el dictador
a punto de morir en la cama.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Aunque nadie lo adivinaba, los
tiempos parecían intuirlo. Al socaire del Año Internacional de la
Mujer y con el empuje de una juventud que quería abrir el camino
hacia la libertad, las mujeres (feministas) se hicieron un hueco en
la agenda de la actualidad de una capital de provincias que vivía
envuelta en una neblina social, cultural y económica, dominada por
el ‘Movimiento’ y el clero, los militares y una exigua clase
burguesa con más afán nobiliario que intelectual.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Por supuesto, su presencia en las
noticias es escasa, pero lo suficientemente elocuente como para abrir
una brecha en la monotonía de las estaciones provinciales o
provincianas de León. Yo no viví esa historia primera del feminismo
en León, pero, como os decía, la hemeroteca es ilustrativa de los
bríos con que vinieron al mundo.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Las madres del feminismo leonés,
como las bauticé en un reportaje reciente, promulgaban (y ahí
siguen) la independencia económica de la mujer, su acceso al trabajo
remunerado en igualdad de condiciones (y ahí siguen), denunciaron la
exclusión social y jurídica de las mujeres cuando al Ayuntamiento
de León, con la democracia en marcha, le pareció que las firmas
femeninas no eran válidas en una protesta contra un bingo,
trabajaron codo con codo con las asociaciones vecinales y salieron a
la calle, sin pedir permiso, para apoyar a las mujeres de Bilbao que
iban a ser juzgadas por prácticas abortivas en Bilbao.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Corría el año 1979. Exigían la
despenalización del aborto y educación sexual como solución a los
embarazos no deseados. La noticia del periódico da cuenta de los
panfletos que tiraron por la calle y hace notar la clamorosa ausencia
de la policía porque no estaba enterada de la convocatoria. Los
ataques en la prensa hacia las feministas no se hicieron esperar,
como tampoco dudaron, los poderes fácticos, en cortar la emisión de
un programa en una emisora leonesa.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Con la iglesia hemos topado. La
entrevistada había dado “su opinión” sobre la influencia de la
iglesia en las mujeres. Y no gustó. Las feministas incomodaban el
statu quo. De tal manera que sus actividades fueron contraprogramadas
por el poder cuando empezaron a convertir el 8 de marzo en una fecha
reivindicativa para las mujeres. Hasta crearon una subdirección
general de la Condición Femenina (dependiente del Ministerio de
Cultura).
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Aquel día, la noticia del Día de
la Mujer Trabajadora con los actos organizados por Flora Tristán
quedó relegada a un rincón inferior de la página porque trajeron a
León a la susodicha, o dichosa, subdirectora. Como una gota de agua
que va cayendo y horadando la piedra, las feministas influyeron en el
cambio social e incluso político que se fraguaba en la era
pos-dictadura queda reflejada en la prensa. Las páginas de los
periódicos, unas veces más que otra, han confeccionado la pequeña
historia de un movimiento que, aún siendo minoritario, ha tenido
capacidad para penetrar también en el tejido estereotípico de los
medios de comunicación. Las ‘Floras’ llegaron a tener un
programa de radio propio en Radio Cadena Española (no sería mala
idea que se intentaran recuperar las grabaciones para este Archivo).</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">El paisaje humano y social ha
cambiado con su empuje y, en aquel entonces, gracias también a la
influencia en los partidos políticos tanto del Gobierno como de la
oposición. El feminismo ha sido una fuente de ideas de cambio hasta
hoy. Y la era Zapatero posiblemente su principal exponente en muchos
avances legislativos.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">La prensa es testigo ( o testiga).
El Centro de Planificación Familiar llegó de la mano de aquellas
jóvenes feministas que, si no andan listas y si el PSOE no lo
hubiera apoyado, se habría convertido en un centro de orientación
familiar capitaneado por la concejala de Cultura y Servicios Sociales
de la época.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">El patriarcado siempre ha tenido
claro que a las mujeres hay que encomendarle las cosas de mujeres.
Como si el mundo en general no precisara de su mirada, de sus manos y
de su sapiencia. En el periodismo sucede (o al menos sucedía) lo
mismo. Desde los primeros tiempos de la prensa escrita en León las
secciones firmadas por mujeres han tenido curiosos subtítulos como
Letras Femeninas, esa columna con la que se abrió paso una maestra
en las páginas del Diario de León hace 105 años, cinco menos que
los que cumplió el rotativo este año.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Habéis visto Criadas y señoras?
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">A la joven que aspira a ser
escritora o periodista se le encomienda la columna de los consejos de
limpieza y al ir a buscar ayuda en la criada ‘negra’ de una de
las mujeres de su selecto círculo de clase media blanca empieza a
escarbar en la historia de esta legión de mujeres que hace el
‘trabajo invisible’ de los hogares en unas condiciones laborales
y sociales deplorables.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Aunque la película tiene muchos
aspectos criticables, me sirve como ejemplo de lo que sucedía en las
redacciones hace 30 años. Las secciones blandas (Sucesos, Sanidad y
Sociedad, e incluso tribunales en aquel entonces) eran adjudicadas
sistemáticamente a las mujeres periodistas.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">El periodismo abre la ventana a la
actividad del feminismo, pero en la categoría de noticia blanda. De
página par y complemento en los faldones. Como dice Gaye Tuchman en
La producción de la noticia: “La práctica informativa es una
ideología en acción” . Y el patriarcado controla esa ideología.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">En su libro analiza cómo el
movimiento feminista pasa del ostracismo y la ridiculización en el
tratamiento informativo a convertirse en objeto de información
cuando consiguen identificar a sus líderes como fuentes informativas
y, de paso, socavar la estructura de la organización de ese
movimiento. Kate Millet, por ejemplo, “abandonó su papel de
liderazgo creado por los medios tras descubrir que la publicidad
constante no solo la apartaba de sus amigas radicales, sino que
interfería también con su capacidad para mantener su estilo de vida
radical”, cito a Tuchman.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Salvando las distancia, o sin
salvarlas que a lo mejor no son tantas, creo que he visto esto en
varias ocasiones durante mi ejercicio profesionas. Es frecuente que
este ‘problema’ de no encontrar portavoces aparezca en las
redacciones cuando se trata de buscar una fuente entre mujeres que
forman parte de las asociaciones feministas. Resulta difícil, a
alguien que no tenga un poco de iniciación en el tema, encontrar
portavoces a la hora de recoger reacciones, informaciones,
valoraciones u opiniones ante temas de actualidad.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Esto no es muy pragmático de cara a
aparecer en la agenda mediática. Pero quizá es la clave de la
supervivencia del movimiento feminista bajo unos mínimos de
coherencia. No os quiero desalentar, ni mucho menos, a buscar vuestro
espacio en los medios de comunicación. Estoy hablando de vuestra
capacidad para que no os reduzcamos a la categoría de tópico porque
las ideologías dominantes eran masculinas, en el tiempo en que
Tuchman analiza el movimiento feminista, y son masculinas en la
actualidad.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Se han abierto muchas grietas y
ventanas en los media. Pero en las redacciones se siguen
ridiculizando noticias como la valoración del trabajo no remunerado
de la sociedad -los cuidados a las personas dependientes- como parte
del PIB. Y si hoy tienen una mayor cobertura es porque existen
secciones específicas, o especiales, que mayoritariamente son
cubiertas por mujeres periodistas.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo leí el libro de Tuchman en mis
años de estudiante de Periodismo en Madrid. La noticia es una
realidad construida y sus ladrillos tienen una ideología. Ahí
empecé a tener claro que el mito de la objetividad era eso, un mito.
Que hay miles de relatos que pueden optar a ser noticia pero sólo
los que cumplen unos cánones van a pasar a esa ventana de la
realidad que se abre en los medios de comunicación.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Particularmente interesante es el
estudio del proceso de acceso a los medios del movimiento feminista
en Estados Unidos que encuentra cabida finalmente, en periódicos
como el New York Times, en las páginas especiales femeninas.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">En 1987, en mi segundo verano de
prácticas en Diario de León no recuerdo cómo me encuentro haciendo
un reportaje en la primera casa de acogida para mujeres víctimas de
malos tratos (piso refugio se llamaba entonces) que gestionaba la
asociación Simone de Beauvoir. Todo era nuevo. Ni la policía ni la
Guardia Civil tenían datos de las cifras del maltrato y el concepto
de violencia de género todavía no había llegado a nuestro
pensamiento, ni mucho menos a nuestro lenguaje.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Fue mi primer contacto con un
problema que todavía hoy muestra una virulencia inimaginable
entonces. La punta del iceberg es cada vez más grande. Al año
siguiente empecé a trabajar en la Delegación del Bierzo y, a
finales de 1991, me trasladan a León para hacerme cargo de la
sección de Sanidad, Sucesos y Tribunales (Sociedad). Mis jefes
decidieron que era la candidata más adecuada por ser mujer y porque
ya conocía la dinámica de la redacción en León.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo debería estar contenta porque El
Bierzo siempre ha sido como un destierro. Pero me fastidiaba que
tomaran la decisión por mí. Mi antecesora (mis antecesoras) también
eran mujeres periodistas.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Al encomendarnos los ‘temas de
mujeres’, empezamos, o al menos yo, empecé a practicar una especie
de sororidad obligada. A ver si me explico. Había que pelear tanto
por conseguir media columna para un juicio de una violación, había
que someterse cada tarde casi a un tercer grado para pasar el test
del redactor jefe de turno que acababas por darte cuenta de lo
necesario, urgente e importante que era que aquello saliera en el
periódico del día siguiente.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Así que de alguna manera hemos
crecido a este lado de la barricada. Y poco a poco algunos de los
temas urgentes, importantes y necesarios fueron entrando en la agenda
informativa hasta ser apropiados muchas veces por quienes nunca
creyeron en ellos.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Menos mal que nos queda la
hemeroteca. Ahí podemos ver cómo son las asociaciones de mujeres
las primeras en poner sobre la mesa no sólo el problema de la
violencia machista o de las violaciones (luego hablaré del caso del
violador del chándal) sino también de cifras tan sangrantes como
que el paro de las mujeres en León, en 1993, era el doble que el
masculino. “Además de trabajadoras somos mujeres y por eso
sufrimos dificultades añadidas”, señalaban las representantes de
las asociaciones. ¿Os suena?</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">El violador del chándal. Si os
fijáis en los numerosos recortes que habéis seleccionado sobre este
caso para el proyecto Vitrinas observaréis que la mayoría de los
relatos informativos sobre el caso ‘en caliente’, cuando la
noticia de su persecución ocupaba las portadas de los periódicos,
son firmados por hombres. El juicio y todo lo que vino después,
salvo excepciones, lo trabajaron redactoras.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">El violador del chándal ya no era
tan importante para la jerarquía informativa cuando había que
hablar de que trabajaba en la cárcel, cobraba un sueldo pero no
pagaba ni una peseta a las víctimas.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">La misma selección de los recortes
que ahí aparecen nos habla de un orden de importancia. El violador
fue un caso emblemático en el que una asociación, Flora Tristán,
toma parte como acusación popular y creo que en parte tuvo que ver
con el nacimiento de Adavas (entonces Asociación de Asistencia a
Mujeres Violadas) poco tiempo después.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Esta lucha judicial y mediática dio
a las feministas un reconocimiento que hasta entonces no habían
alcanzado, aunque fuera por poco tiempo. Luego habría que seguir
labrando tierra dura. Y siguieron. Y las noticias sobre las falacias
con las que el patriarcado justificaba las violaciones, los juicios
de acosadores, como el del dueño de una clínica, a puerta cerrada,
los programas de prevención de la violencia y las agresiones
sexuales en los institutos, la discriminación de las madres solteras
y familias monoparentales, la batalla por la ley de plazos… y
muchas más volvieron mansamente a las páginas pares y a compartir
espacio con la sección de breves.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Pero la gota ha seguido cayendo
sobre la piedra y el agujero es un poco más grande. Y hemos tenido
la oportunidad de entrevistar a gente deliciosa como la escritora
egipcia Nawal Al Sadawi, oír hablar alto y claro sobre la
prostitución a Rosario Carracedo, escuchar a Hawa Sawaneh los
horrores de la ablación, hablar con Soledad Murillo de si es
necesario o no un juzgado exclusivo, no sólo específico de
violencia de género, recoger el testimonio personal de la fundadora
de Isadora Duncan en un reportaje sobre la maternidad precoz,
escribir sobre las cortapisas que las mujeres se ponen, o nos
ponemos, para acceder al poder con la cualificada voz de Elena Simón,
o dar a conocer que el sexismo existe pero hay que combatirlo en un
artículo a propósito de la que las asociaciones feministas
bautizaron como sentencia del estropajo (Un conductor condenado por
los tribunales en León por arremeter contra una conductora a la que
mandó a fregar)… Un lujo hablar con las expertas en lenguaje
sexista como Eulalia Lledó (con la que acabaría discutiendo por el
tema catalán… ) y otras que han llegado a León de la mano de las
asociaciones feministas.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Pero, sin duda, la experiencia
profesional y la vivencia personal con las víctimas de violencia de
género ha sido la que más mella ha hecho también en los medios de
comunicación. Durante estos 30 años no hemos dejado de hablar, con
más o menos volumen, a veces con más acierto que otras, de las
víctimas. Me pregunto si hemos hablado poco de los verdugos. Si
hemos victimizado más de la cuenta. El tratamiento informativo de la
violencia de género ha cambiado, pero todavía oímos hablar de
crímenes pasionales…</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Hemos transitado por este camino con
pasión. Con la convicción de que el compromiso social de los medios
de comunicación, del periodismo, no puede escamotear las luchas que
cuestionan el patriarcado.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Ana Gaitero Alonso, </p><p style="margin-bottom: 0.35cm;">León, julio de 2016<br /></p><p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
</p><p style="margin-bottom: 0.35cm;">P. D. <b>Guardo en mi archivo esta conferencia de julio de 2016 en el Musac en el Seminario<span class="d2edcug0 hpfvmrgz qv66sw1b c1et5uql rrkovp55 a8c37x1j keod5gw0 nxhoafnm aigsh9s9 d3f4x2em fe6kdd0r mau55g9w c8b282yb iv3no6db jq4qci2q a3bd9o3v knj5qynh oo9gr5id hzawbc8m" dir="auto">Historias y archivas del movimiento feminista en el Estado español</span>. Ni me imaginaba que dos años después estaríamos fundando una Asociación de Periodistas Feministas de Castilla y León. <br />
</b></p><b>
</b><p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-84280681303347880872020-09-28T09:38:00.003-07:002020-09-28T09:38:50.264-07:00DE LO LOCAL A LO UNIVERSAL: MÁS QUE UN TÓPICO<p> </p><p style="margin-bottom: 0.35cm;"><br /></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Decía el escritor portugués Miguel
Torga, que lo universal es lo local sin paredes.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Y dijo nuestro inefable <b>Sabino Ordás</b> que lo universal es lo local sin complejos.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Entre el incipiente movimiento
ecologista de los años 70 se hizo famosa la sentencia: Piensa
globalmente y actúa localmente.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">La prensa local, y por extensión
los medios de comunicación locales, han podido dejar atrás el
provincianismo gracias a las oportunidades que proporcionan las
nuevas tecnologías.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Los y las periodistas locales, de
provincias, tenemos todas las herramientas para hacer información
sin paredes y sin complejos. Podemos pensar globalmente e informar
localmente. Es aquí donde quiero situar la importancia y la
relevancia de los medios de comunicación más cercanos, la prensa de
nuestras provincias o, por qué no, de nuestras pequeñas ciudades.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Y tomo como ejemplo la obra de la
artista norteamericana <b>Claire E. Rojas</b>, que presentó su primera
exposición en España en el Museo de Arte Contempóraneo de Castilla
y León, ha hecho de la cultura popular de su región (Ohio, Estados
Unidos) una forma de expresión de las preocupaciones femeninas del
siglo XX, entroncadas con la tradición feminista de los años 70 en
su país y particularmente en las visiones de artístas de los años
60 como Miriam Schapiro y Judy Chicago. Claire E. Rojas realiza una
especie de patchwork con sus dibujos en los cuales las mujeres se
liberan del papel que tradicionalmente se les ha dado en el arte,
como seres pasivos y exhibidos. Son ellas las que contemplan el mundo
con otra mirada. Y ellas mismas son expuestas de forma muy diferente
a como se espera de las mujeres.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">La mirada de género también cambia
la realidad que se construye, día a día, en y desde los medios de
comunicación.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Se trata de una mirada que tiene aún
mucho que aportar a la prensa local, la que más cerca está de los
problemas reales de la población en cada ciudad y en cada pueblo. <span lang="en-GB">O
debería estarlo…</span></p> Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-85192043965881898722020-09-15T01:40:00.003-07:002020-11-09T13:59:56.892-08:00La Casa Grande <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZx-Yi4V7f0h3sccOyu8llsCPI6vvU0sME5K6Z1vF4Qtc0evfNS3AGNdbxgmQC9Eosbw7l3NqpqFkeRaaplGvV_0ndarc8fdel-Xv3rL5MYso_Gdt5Jkn7xRfwoebd1sow-lqQFBXsAdU/s1709/Xardins-casa-grande-de-Viloira.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1139" data-original-width="1709" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZx-Yi4V7f0h3sccOyu8llsCPI6vvU0sME5K6Z1vF4Qtc0evfNS3AGNdbxgmQC9Eosbw7l3NqpqFkeRaaplGvV_0ndarc8fdel-Xv3rL5MYso_Gdt5Jkn7xRfwoebd1sow-lqQFBXsAdU/s320/Xardins-casa-grande-de-Viloira.jpg" width="320" /></a></div><br /><br /><p></p><p> </p><p> Llueve en septiembre y el ruido del agua en la calle me transporta a aquella casa grande en la que pasé los últimos veranos de mi adolescencia.</p><p>Corríamos con los calderos de un lado a otro de la casa.</p><p>Ya no ardían los montes y en la cocina olía a pimientos fritos. </p><p>Íbamos de la galería grande y recién encerada a la entrada del servicio, la que separa la cocina del resto de la casa, por donde el agua caía como una cascada por el tejado arrumbado y roto. No había manera de contener aquel torrente. No podíamos tapar nosotras las goteras del tiempo y el olvido.</p><p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVNHeOl7nB74JjOU-CMVpybIbZycreC-XSj6CvTnbbzadSOIVaWUbS6Ojely2QS8hwmhV0xb4Blw2y1hN9gQ6nVo11OqWMxcB4rZA64HSqTcUBOanX0BMz5Gc4AONmVylr1iy7YqgZ5Vc/s1024/fotocasagrande-1024x742_c.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="742" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVNHeOl7nB74JjOU-CMVpybIbZycreC-XSj6CvTnbbzadSOIVaWUbS6Ojely2QS8hwmhV0xb4Blw2y1hN9gQ6nVo11OqWMxcB4rZA64HSqTcUBOanX0BMz5Gc4AONmVylr1iy7YqgZ5Vc/s320/fotocasagrande-1024x742_c.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p><p><br /></p><p>Afuera, el magnolio exhalaba su perfume y las flores blancas brillaban como perlas bajo las gotas de agua.</p><p>Era el.comienzo del otoño, cuando el silencio se cernía sobre el jardín </p><p>Las voces de los niños ya no se oían y el perro ya no ladraba.</p><p>Las patatas eran muy tiernas, tanto que se deshacían en la boca, y la carne me resultó deliciosa por primera vez en mi vida.</p><p> </p><p> </p>Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-33036497805164249292019-07-01T16:04:00.004-07:002019-07-01T16:05:55.524-07:00CAMBIO DE ROLES EN LA PRENSA LOCAL<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
“<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Lo local es lo universal sin
paredes”. Miguel Torga.</b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Con el cambio de milenio, en
Europa los medios de comunicación locales afrontaron una revolución
tecnológica sin precedentes. La globalización, por su parte,
aumentó la demanda de la información de proximidad, apegada al
territorio y a la comunidad a la que pertenecen. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Son los medios de comunicación
locales los que han resistido con más fortaleza, salvo excepciones,
a la enorme crisis que azota al sector. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Por su capacidad para llegar a las
audiencias y crear opinión son unos actores imprescindibles en el
reto de alcanzar la igualdad en y a través de los medios de
comunicación. Son agentes idóneos para reflejar y facilitar un
cambio de roles en la sociedad. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>La cercanía a las fuentes, a los
colectivos sociales, a las personas y a las instituciones beneficia a
la perspectiva de género en una sociedad cada vez más plural que
demanda la igualdad desde diversos ámbitos. Y que quiere leer,
escuchar y ver buenas historias. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Un ejemplo son las organizaciones
de mujeres que desde los años 80 trabajan con mujeres víctimas de
violencia. Hay que hacer notar que fueron ellas las que sacaron a luz
el grave problema de los malos tratos en la familia en el ámbito
local, al igual que las agresiones sexuales.</b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Cuando en 1997 la crónica de una
muerte anunciada de Ana Orantes hace que la violencia hacia la mujer
pase a ser un tema cotidiano en los medios de comunicación y se
incorpore de forma notoria a la agenda política, ya era un tema
abordado en los medios locales a través de la influencia de las
asociaciones feministas de mujeres que pusieron en marcha las
primeras casas refugio para víctimas de lo que entonces se llamaba
malos tratos.</b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Por un lado, el cambio de roles en
los medios locales se refleja en la visibilización de mujeres que
han protagonizado la historia local, la denuncia de casos de
discriminación o desigualdad, el activismo feminista en su entorno
son relatos que frecuentan las páginas de la prensa local.</b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>En la otra cara de la moneda, la
resistencia al cambio persiste la infrarrepresentación de las
mujeres en las portada y en la información general, económica,
cultural y deportiva. Así como la sobrerrepresentación en las
contraportadas de mujeres objetualizadas. Las páginas de sociedad
siguen siendo el cajón de sastre para la mirada violeta, también en
los medios locales. Y los anuncios de contacto son una de las fuentes
de financiación a las que no están dispuestos a renunciar en
tiempos de crisis. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>La realidad que construyen los
medios locales (o las realidades) son una ventana a través de la
cual la comunidad observa el mundo y sus cristales sirven de espejo
en el que se miran los colectivos más influyentes de la sociedad y
la población general. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>En conclusión, los medios de
comunicación locales, por su apego al entorno del que surgen son más
permeables a los agentes sociales que están propiciando los cambios
en la sociedad actual, lo que facilita la introducción de nuevos
relatos con perspectiva de género. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>La potenciación de redes como
Gamag Europa facilitará este cambio implicando poco a poco a los
medios, las universidades y las asociaciones de prensa. En todos los
medios hay profesionales con compromiso en la igualdad de género e
influyentes en su comunidad. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>No olvidemos que el periodismo que
subordina, excluye y deforma la imagen de la mitad de la población
es mal periodismo. </b></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: magenta;">Ana Gaitero Alonso.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>(*) Licenciada en Ciencias de la
Información. Universidad Complutense de Madrid. Experta en Género y
Comunicación.</b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>Red Europea de Mujeres
Periodistas. RIPVG. Gamag Europa.</b></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana ref" , serif;"><b>4-04-2016 </b></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-36596623308729013402019-07-01T15:58:00.000-07:002019-07-01T15:58:10.963-07:00De “las mujeres de Zapatero” a la “lucecita” de La Moncloa<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Hace
muchos, pero no tantos años… viajaban en un coche cuatro mujeres:
una directora, una subdirectora, una jefa de estudios y una
secretaria. Iban a una reunión a la Dirección de Educación de una
provincia española. Y de pronto se oye una voz preocupada que
pregunta:</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;"><i>-“Pero,
¿será legal que seamos todas mujeres?”</i></span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Corrían
los primeros años 80 en una España en transición. Las mujeres,
incluso las más formadas, aún no se podían creer que tuvieran
derecho a ejercer cargos públicos. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">La
sociedad patriarcal tampoco estaba dispuesta a ponérselo fácil.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Cuando
Soledad Becerril fue nombrada ministra de Cultura en el Gobierno de
la UCD corrieron ríos de tinta sobre la pertinencia de utilizar el
femenino para tan alto cargo público. “Suena raro”, pontificaban
los santones del periodismo desde tertulias y columnas. Y tanto, su
único referente se perdía en el pasado casi remoto de una España
democrática: Federica Montseny había sido, durante la IIª
República, la primera ministra española. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Con
Franco y el brazo ideológico de Pilar Primo de Rivera la mujer
volvió al gineceo, al hogar dulce hogar y, como mucho, a las
revistas femeninas desde las que se forjaba el nuevo modelo de mujer.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Pero
estamos ya arrumbando la segunda década del siglo XXI.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">¿Qué
ha pasado en todo este tiempo aparte de que el color, la
privatización y la era digital llegara a las televisiones y de que
los periódicos impresos se lean por Internet?</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">La
visibilización de las mujeres en los medios de comunicación en la
actualidad no tiene parangón. Y esta afirmación que, dicha así,
suena a canto de sirenas, puede cotejarse estadísticamente. Estoy
hablando, claro, de la cantidad de mujeres que aparecen en las
noticias o de la cantidad de veces en las que las mujeres son
protagonistas de la información.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">En
los años 80 sólo una de cada diez noticias con nombre y apellidos
eran protagonizadas por mujeres o estaban salpicadas por algún
rostro femenino (muchas veces sin nombre). En los 90, por cada siete
hombres que aparecían en una noticia se contaba una mujer y en el
2004 el 18% de las noticias que aparecen en los telediarios tienen
presencia femenina. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Pero
más allá de las cifras, que son imprecisas y parciales quiero
detenerme en la forma en que las mujeres aparecen en los medios de
comunicación generalistas y particularmente en la prensa escrita.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Las
mujeres todavía incomodan en los espacios a los que los medios de
comunicación prestan más atención y dan más importancia: la
política. Los Consejos de Ministros (y Ministras) paritarios de los
dos mandatos de Zapatero y la Ley de Igualdad han marcado un antes y
un después en la visibilización de las mujeres y en la
naturalización de su imagen en los espacios de poder, no sin gran
alboroto de los poderosos corifeos machistas</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Recordemos
la polémica del posado de las ministras del primer Gobierno Zapatero
en la revista Vogue. El titular del reportaje lo decía todo: “Las
mujeres de Zapatero”. Estaba claro el papel de subordinadas y de
mujeres llamadas al poder por el jefe. Además de ser juzgadas por su
aspecto físico, en repetidas ocasiones se puso en entredicho su
valía para el cargo. Se daba a entender que estaban en la cúpula
del poder por ser mujeres y no por sus méritos profesionales,
políticos, etc.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Las
mujeres han ido copando espacios públicos en los últimos siete años
de manera notoria. Y esto se ha reflejado en una mayor presencia en
los medios de comunicación de mujeres referentes en la política, en
la economía y la empresa, en el cine, en la literatura, en la
investigación y la medicina, e incluso como actoras de la
información, periodistas, presentadoras, realizadoras, etc. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Evidentemente
si en Alemania, el país que hoy dirige el proyecto europeo, manda
una mujer, la canciller Angela Merkel, va a tener un protagonismo
mediático de primer orden. Y Zapatero sabe que hacerse una foto a su
lado es un aval en los aciagos tiempos de la crisis: “España ha
hecho los deberes y va por buen camino”, afirmó la política
germana en su reciente visita a España. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Periódicos
tan importantes como El País o El Mundo dedican casi a diario su
última página a una entrevista o un perfil de una mujer, aunque el
tratamiento va desde la neutralidad y la naturalización de la
presencia femenina en la vida cotidiana al socorrido y abundante
estereotipo de la mujer como objeto sexual. Y como gancho mediático.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">El
caso de Sara Carbonero, la reportera estrella del Mundial de Fútbol
en Suráfrica, es emblemático. Nadie duda de la valía profesional
de la periodista deportiva de Tele 5, pero la cosa apuntaba a
polémica desde antes del primer gol. La cadena de televisión
presentó al equipo periodístico que iba a cubrir el Mundial con una
imagen subliminal: cuatro hombres uniformados con camiseta blanca
bien abotonada hasta el cuello y una mujer, joven y guapa, con camisa
blanca y sugerente abertura a la altura del pecho. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">El
remate del Mundial se convirtió en un final de cuento: la reportera
se hizo famosa como novia del portero de la selección española, la
triunfadora… Y colorín, colorado… este cuento continúa.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">La
irrupción de las mujeres en la agenda mediática es muy desigual.
Empoderamiento femenino y estereotipo sexista y machista mantienen un
pulso permanente. Las mujeres siguen protagonizando abundantes
noticias como víctimas de violencia machista, un ámbito en el que
la información ha mejorado sustancialmente, pero en el que queda
mucho por andar para un tratamiento adecuado de esta lacra social. Se
normaliza la presencia de mujeres profesionales que destacan con
muchos méritos u originalidad en su trabajo. Y se mantiene el papel
de subordinadas y damas del poder enfocando sobremanera a las
“primeras damas”. ¿Quién sabe? Hillary Clinton pasó de primera
dama a contrincante de Obama y ahora es su secretaria de Estado.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Y
algo importante que ha ocurrido en este tiempo es que la desigualdad
y la igualdad han entrado en la agenda mediática, aunque sea en las
páginas de Salud y Sociedad. “Más mujeres investigadoras, pero
sin igualdad. A pesar del incremento de licenciadas el número de
profesoras es inferior. Barreras institucionales o salarios más
bajos que los de sus compañeros impiden su ascenso”, titulaba El
Mundo en su edición digital del 8 de febrero de 2011.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Hay
algo que no tiene marcha atrás, aunque haya sido desalentador el
giro machista que se camufla tras la crisis económica y que tan
emblemáticamente se reflejó en el cambio de Gobierno de Zapatero al
prescindir de María Teresa Fernández de la Vega como vicepresidenta
primera. A la primera vicepresidenta española se la despidió con
este titular: “Mª Teresa Fernández de la Vega, “lucecita” de
La Moncloa”.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Lo
de “lucecita” iba por su gran capacidad de trabajo, por su
desvelo. Pero eso había que leerlo en el cuerpo de la noticia. Lo
que saltaba a la vista era un diminutivo que menguaba a una gran
mujer. </span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Por
cierto, una de las mujeres que iba en el coche, en aquellos primeros
ochenta, llegó a secretaria de Estado.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Ana
Gaitero Alonso.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Periodista.
Experta en Género y Comunicación.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">10-2-2011 </span></div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="justify" class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-47502234954009588442019-07-01T15:49:00.002-07:002019-07-01T15:49:47.187-07:00Cuando murió Franco<div class="" data-block="true" data-editor="9pkcf" data-offset-key="53tmr-0-0" style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="53tmr-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
Cuando murió Franco (en la cama) yo era una niña de diez años, casi once, y creía que en todos los países había un Franco o algo así. Nos dijeron que estábamos de luto y no tuvimos escuela durante varios días. Era como estar de vacaciones, con el fastidio de que, ahora que ya teníamos tele en casa, lo único que ponían en aquel cuadrado de cristal era el desfile de una multitud, acompañado de música militar...<br />
<br />
Me daba un poco de yuyu ver a toda aquella gente lacrimosa y de negro, haciendo un saludo con el brazo que para mí no tenía ningún significado. Pero, sí, sabía que era una reverencia.<br />
<br />
Afortunadamente, pertenezco a una generación o tuve la suerte de estar en escuelas donde nunca me obligaron a cantar el cara al sol ni a memorizar aquel manual sobre el Movimiento.</div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="53tmr-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
</div>
<div class="" data-block="true" data-editor="9pkcf" data-offset-key="623fv-0-0" style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="623fv-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span data-offset-key="623fv-0-0" style="font-family: inherit;">Creo recordar que aproveché aquellos días para jugar en la calle y leer algún ejemplar de Los Cinco, de Enid Blyton, colección a la que era muy aficionada y hacía despertar mi fantasía cada vez que conseguía un nuevo ejemplar de la serie en la biblioteca del colegio de monjas al que asistía por aquel tiempo. También tengo grabada la imagen de las nueces que se caían del inmenso árbol que estaba entre nuestra casa y la del vecino y que atropábamos con fruición.</span></div>
</div>
<div class="" data-block="true" data-editor="9pkcf" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span data-offset-key="9gq2n-0-0" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span data-offset-key="9gq2n-0-0" style="font-family: inherit;">En aquella época iba muchos días a llevar la comida a mi padre al campo, al Jano, a la Serna, a la Charca... a todos esos sitios por donde andaba con las ovejas. En el camino, con la cesta en la mano o en el sillín de la bici, me daba por pensar que había túneles bajo tierra que comunicaban la iglesia del pueblo con las bodegas y que en algún lugar, tal vez debajo de un castaño, había un tesoro. </span></div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span data-offset-key="9gq2n-0-0" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<span data-offset-key="9gq2n-0-0" style="font-family: inherit;">De lo que no tenía ni idea era de lo que significaba la palabra democracia. Afortunadamente, mi adolescencia eclosionó con la famosa Transición. Viví aquellos años con una inmensa curiosidad y mucha ilusión. Más como espectadora que como activista de ningún frente, aunque me aprendiera las canciones de Jarcha o recitara de memoria los versos de Machado, de Blas de Otero y de otros poetas.</span><br />
<span data-offset-key="9gq2n-0-0" style="font-family: inherit;"></span>
Han pasado los años... Y ahora las nuevas generaciones no tienen ya ni idea de quién fue aquel señor que yo solo recuerdo muerto en aquel ataúd. Aquel dictador que nos dejó en herencia un saldo de más de 140.000 personas enterradas en las cunetas y la desmemoria de una democracia que se ha cimentado sobre el olvido y el perdón sin condiciones.<br />
<br />
La democracia tiene una asignatura pendiente con la memoria histórica y tiene que aprobarla.</div>
<div class="_1mf _1mj" data-offset-key="9gq2n-0-0" style="direction: ltr; font-family: inherit; position: relative;">
<br /><br /></div>
</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-33093557223881597782018-01-08T05:33:00.000-08:002018-01-08T05:40:07.446-08:00Cabañuelas<div class="vk_ans" style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: xx-large; font-weight: lighter; line-height: normal; margin-bottom: 0px;">
<span data-dobid="hdw" style="color: #674ea7;">cabañuelas</span></div>
<div class="vmod" style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: small;">
<div class="vmod">
<div class="lr_dct_sf_h" style="padding-top: 10px;">
</div>
<ol class="lr_dct_sf_sens" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px;">
<li style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;"><div class="vmod">
<div class="lr_dct_sf_sen vk_txt" style="font-weight: lighter !important; padding-top: 10px;">
<div style="margin-left: 20px;">
<div class="_Jig" style="margin-left: -20px;">
<div>
<i><span style="color: #674ea7;">nombre femenino plural</span></i></div>
<div>
<span class="lr_dct_lbl_blk lr_dct_lbl_box" style="background-color: #eeeeee; color: #674ea7; display: inline-block; font-size: xx-small; margin-right: 6px; margin-top: -1px; padding: 4px 6px; text-transform: uppercase;">ESPAÑA</span></div>
<div data-dobid="dfn" style="display: inline;">
<span style="color: #674ea7;">Conjunto de las variaciones de tiempo que tienen lugar los primeros días de enero y agosto y que sirven al vulgo para pronosticar el tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente.</span></div>
<span class="vmod" style="color: #674ea7;"></span><br />
<div class="vk_gy">
<span class="vmod" style="color: #674ea7;">"Creció oyendo hablar a sus abuelos y vecinos de las cabañuelas, pero nadie sabía interpretarlas"</span></div>
<span class="vmod" style="color: #222222;">
</span><div style="color: #222222;">
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</li>
</ol>
<div>
<span style="color: #878787;"><br /></span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;"><br /></span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;">Por las tierras leonesas, como no podía ser de otra manera, el diccionario se nos queda estrecho. En el centro y sur de la provincia, las Cabañuelas se empiezan a observar por Santa Lucía, 13 de diciembre, mientras que en la montaña se toman como referencia los primeros días de agosto. Somos una provincia de contrastes y de temperaturas extremas.</span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;"><br /></span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;">En el sur de León, en una primer vuelta se cuentan los doce meses del año desde el 13 al 24 de diciembre. Se descansa el 25 de diciembre y se retoman el 26 de diciembre, día de San Esteban. En esta segunda vuelta, la cuenta de los meses se hace en sentido inverso.</span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;"><br /></span></div>
<div>
<span style="color: #0b5394;">Aporto los resultados de la segunda vuelta anotados en mi diario:</span></div>
<div>
<span style="color: #20124d;"><b><br /></b></span></div>
<div>
<span style="color: #20124d;"><b>Martes 26 de diciembre</b></span></div>
</div>
</div>
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Hoy es diciembre en la segunda vuelta de las cabañuelas y dejo anotado lo siguiente: día frío, oscuro y lluvioso, con vientos que hablan de nieve en el norte montañoso. Día y noche de invierno. Y añado: el viento arrecia en la noche profunda.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Miércoles 27 de diciembre</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Hoy es noviembre en las Cabañuelas y dejo aquí anotado: Amaneció helado, con escarcha en el césped y los árboles de hoja perenne. Luego sol con frío. Se nubló al mediodía...</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Jueves 28 de diciembre</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Día de los inocentes, y octubre en las Cabañuelas. El día amaneció con humedad y con ganas de salir el sol. Por la tarde, el viento frío espantaba las ganas de salir. Estupendas vistas de la nieve en nuestra montaña, aunque dicen que es poca.</span><br />
<span style="color: #20124d;"><b><span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Viernes 29 de diciembre</span></b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Septiembre en las Cabañuelas. Día soleado y temperaturas templadas.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Sábado 30 de diciembre</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Agosto en las Cabañuelas. Sol con algunas nubes. Día templado.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Domingo 31 de diciembre</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Julio en las Cabañuelas. Para ser el último día del año se despidió borrascoso. Lluvia y granizada en la ciudad.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Lunes 1 de enero</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Junio en las Cabañuelas. El año se levanta soltándose la melena: nubes, claros y viento. Sensación térmica de frío por debajo de las temperaturas reales.</span><br />
<span style="color: #20124d;"><b><span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Martes 2 de enero</span></b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Mayo en las Cabañuelas. Día húmedo, con tímidas gotas de agua, agua de mayo, seguro, y con sol y nubes. Por la noche, Luna superluna se puso una gasa para bailar.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Miércoles, 3 de enero</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Abril en las Cabañuelas. La debilidad del cielo es tan grande que las nubes que amenazan lluvia no descargan más que tibia humedad. Las mil aguas de abril se perdieron en algún rincón de la memoria. Nubosidad variable.</span><br />
<span style="color: #0b5394;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Jueves 4 de enero</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Marzo en las Cabañuelas. Hoy vi una bruja* al salir de casa. Saltó del parque al otro lado de la acera haciendo un bucle y dejando un rastro de hojarasca y polvo centelleante. Día airoso, marzoso. Las torbas ceden a la calma por la noche.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Viernes 5 de enero</b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Febrero en las Cabañuelas. Frío de nieve sin nieve en la capital. Humedad helada. Voy a ver el cielo nocturno por si encuentro la estrella que guía a los magos y magas de Oriente. Ya deben de estar cerca. Tocando la ilusión, llenando los zapatos de deseos. Bebiendo a sorbos la noche.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #20124d; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><b>Sábado 6 de enero </b></span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Enero en las Cabañuelas. Nevó a escondidas del sueño, con nocturnidad. La mañana levantó el manto y dejó posar el frío por todo el día. Es enero. Y aquí acaba la cuenta de las Cabañuelas. A ver cómo salen los meses de este 2018.</span><br />
<h4>
<span style="color: #0b5394; font-size: xx-small;"><span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><br /></span><span style="background-color: white; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;">*Bruja: La acepción que aquí tiene esta palabra no está recogida en el diccionario. Las brujas son los remolinos de viento que se forman en días inquietos y que son visibles porque arrastran el polvo o las hojas. Ciertamente parecen ser obra de algún encantamiento. </span></span></h4>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-59235742815024797702017-09-26T14:24:00.001-07:002017-09-26T14:24:10.971-07:00Ajuste de cuentas entre España y Cataluña<br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Hay cuentas que no se pueden hacer con números. ¿Cómo restar las lágrimas y el sudor con el que han crecido unos territorios y menguado, cuando no han quedado anegados, yermos o vacíos, otros muchos? ¿Cómo sumar el amor y los sueños de tantas generaciones desahuciadas que nos han legado su dignidad? ¿Cómo multiplicar la solidaridad, la empatía y la comprensión y no dividirnos más? </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">El 1-O es un partido amañado por Puigdemont y Rajoy: se están cargando la democracia o lo que qu</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">edaba de esta democracia. En el escenario del 2-O pierde de nuevo, otra vez, la ciudadanía, en España y en Catalunya. El uso de la fuerza es un mal camino. </span><br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Los errores del Govern no justifican que el Estado se pase de la delgada raya de la legalidad. El choque de trenes que tanto ansían P. y R. tendrá daños colaterales muy graves en los derechos y libertades. Urge una solución política, que Rajoy no va a facilitar. </span><br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br />Nos asombramos de que la extrema derecha entre el parlamento alemán mientras nos parece normal que el problema de Cataluña se ponga en manos de la Guardia Civil. O nos alegramos de que unos políticos, erráticos, sean detenidos. No en mi nombre. Los conflictos se resuelven con mesas de negociación, no echando leña al fuego. Ya bastantes bosques tenemos quemados.</span><br />
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<br />Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-59114755515382755042017-07-18T05:55:00.003-07:002017-07-18T05:55:39.057-07:00Pregón para las fiestas del Carmen en Cea<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Vecinas
y vecinos de Cea, veraneantes, amigos y amigas:</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Vengo
contenta a pregonar vuestras fiestas del Carmen. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Vengo
agradecida porque me hagáis partícipe de fechas tan señaladas: los
festejos de verano más populares de estos contornos austeros,
abrazados por el río Cea y las más humildes aguas del Valderaduey.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Y
vengo alegre por recalar en esta villa anclada en milenarias raíces,
capital de los vacceos, que tuvo sus frutos más prósperos durante
el Medievo, como torre vigía de los confines orientales del Reino de
León. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Contenta,
especialmente, por ver que todavía hoy, en este tiempo en que avanza
el pesimismo de la España vacía, aquí aún se labran los campos,
conserváis uno de los mejores pulmones de la provincia, y que sea
por mucho tiempo, el monte del Ríocamba, y habéis sabido sacar
partido al viento. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Cea,
me informan, en lo que más destaca es por sus buenas gentes. Y esto
es lo que merece realmente el paseo y detenerse ahí abajo, antes de
entrar en la villa que repobló Alfonso III, para contemplar la
estampa del puente y el hito del castillo medieval que tanto servicio
hizo al reino y tan quebrado anda en los tiempos de las autonomías y
de la reivindicación de identidades.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Una
sola mirada basta para saber lo que la investigación corrobora: que
Cea ocupa un lugar estratégico en lo geográfico y fundamental en lo
histórico. Una tierra noble sembrada de gentes sencillas y también
de mucho coraje.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">La
primera vez que oí hablar de Cea, siendo una cría, fue a un
matrimonio de Armunia oriundo de este pueblo. Cea era para mí un
nombre nuevo y un lugar que se me antojaba no ya lejano, sino remoto.
Había contemplado las aguas que acarician el promontorio sobre el
que se asienta mucho más abajo, en Valderas, pero el mapa de la
provincia no estaba en mi cabeza como lo tengo ahora. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Daniel
y Esperanza regentaban el bar Llamas, en una casa de nueva planta que
era de las más modernas de esa pedanía de León en la que me crié
siendo también una niña emigrante del sur de León, aunque en mi
caso de la margen izquierda del Esla. En el Renault 4, el popular
cuatro latas, íbamos cada día al colegio de la calle Corredera. Ya
ven, indirectamente, algo más le tengo que agradecer a Cea. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Eran
tiempos en que la gente se alejaba (nos alejaban) de los pueblos a
las ciudades. Había que mantener en funcionamiento el motor de la
industrialización. Y se necesitaban brazos en todas partes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Tanto
nos alejamos que, poco a poco, muchas aldeas quedaron casi vacías.
Tanto nos alejamos que, poco a poco, perdimos la memoria de nuestras
raíces para luego volver a buscarlas. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">El
declive demográfico que se vive en la provincia y en la Comunidad
Autónoma no es ajeno a casi ningún enclave ya sea rural o urbano,
con excepción del alfoz de León y contadas cabeceras de comarca
como Valencia de Don Juan. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Veo
que Cea mantiene un censo de 160 habitantes en el pueblo y casi 450
en el municipio, con los pueblos hermanos de Bustillo de Cea,
Saelices del Río y San Pedro de Valderaduey. El golpe demográfico
de las dos últimas décadas se ha dejado sentir: un 40% menos de
habitantes es una cifra importante.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">En
la época del marqués de la Ensenada, en el siglo XVIII, moraban
aquí 64 vecinos, 6 viudas, 6 habitantes y 1 tablajero (no sé si
sería jugador o carnicero), según lo recogido en el catastro.
Seguramente más gente que ahora pues cada vecino era el
representante o cabeza de familia y las familias eran grandes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Pero
no nos vamos a lamentar por lo perdido. Por lo que ya no tiene
remedio. Hay que mirar hacia adelante, eso sí, mirando bien por el
espejo retrovisor que es el pasado. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">La
primera vez que me acerqué a Cea, tan cerca de Sahagún, fue para
ver cómo unos jóvenes albañiles, especialistas en arquitectura del
barro, restauraban uno de sus palomares de adobe y tapial. Vine de la
mano de doña Concha Casado, la célebre etnógrafa leonesa que nos
dejó el año pasado después de una larga y productiva vida en favor
del patrimonio más chico de la provincia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">No
sé quién era el dueño o dueña del palomar, pero le felicito.
Espero que siga en pie. El amor hacia la tierra, nuestras raíces,
nuestra cultura y nuestros antepasados y antepasadas se demuestra con
actos concretos, a veces tan pequeños que nadie repara en ellos.
Pero no importa. Hay que hacerlo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Espero
que no sea Cea uno de los ayuntamientos que cobran IBI a los
palomares, una medida recaudatoria que está arruinando a muchas de
estas emblemáticas construcciones que adornan nuestros campos como
un recuerdo de lo que las casas de palomas supusieron para las
economías de los pueblos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Y
si así fuera os pido que lo suprimáis. No olvidemos aquel famoso
impuesto que puso la Diputación a los tejados de paja. Logró que en
esta provincia apenas queden edificios teitados que se miman en otros
países europeos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">No
merece la pena recaudar unos pingües ingresos para destruir las
joyas del patrimonio popular. Ahora que la Diputación convoca ayudas
para recuperar los palomares tratad de aprovecharlas en vuestro bien
y por el bien común.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Porque
también se trata de arrimar el hombro. De aportar algo a la
comunidad. De dejar una huella limpia y digna sin necesidad de pasar
a la historia como esos reyes afamados por encerrar en los castillos
a sus enemigos, aunque fueran sus hermanos. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">El
sentido de comunidad forma parte de la fiesta, porque la fiesta es la
máxima expresión de una comunidad, de un pueblo. Es la celebración
de lo que se siente y se vive en común, como el culto a las
tradiciones y la necesidad de compartir la alegría. Ese espíritu
gregario que nos mueve y es común a los seres humanos en todas
partes.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">La
Virgen del Carmen, advocación marinera por antonomasia, también se
celebra en tierras adentro como este pueblo de Cea. A ella, nuestra
señora del Carmen de Cea, le rendís simbólico tributo estos días.
Como si fuera la madre tierra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">No
voy a pedirle nada. De momento. Os lo voy a pedir a vosotras y a
vosotros. Sed reivindicativos con vuestro pueblo, haced lo que esté
a vuestro alcance. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Pero
a quien más hay que exigir es a las administraciones públicas y a
quienes están al frente. Sobre todo para ciertas cosas... Como
vuestro señero castillo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Cuenta
la Historia que esta fortaleza cumplió una función capital en la
unión de los reinos de León y Castilla, aunque los restos que se
conservan son del siglo XV, levantados, al parecer, sobre la
primitiva atalaya destruida en el siglo XII. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Y
se me ocurre que no hay mejor excusa para exigir a la Junta de
Castilla y León su reparación (más allá de las obras de urgencia)
y puesta en valor, más allá de la urgencia de la ruina, que este
emblemático significado, aunque el castillo lo merece por derecho
propio pues forma parte de nuestro Patrimonio Nacional y de vuestras
raíces más genuinas. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">El
castillo es el monumento de Cea y parte del patrimonio colectivo. Un
hito en la ruta a Santo Toribio de Liébana que une Potes con
Sahagún. El Camino Lebaniego es Patrimonio de la Humanidad al igual
que el Camino de Santiago que pasa por Sahagún. Cea está en la
línea del primero y a muy pocos pasos de la ruta jacobea que
atraviesa Sahagún. Que lo que no logró Pedro I, que mandó
derribarlo en 1354, no lo logren la indolencia ciudadana y el
abandono institucional.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Sacar
partido a esta posición estratégica forma parte del futuro. Y para
ello hay que tener cosas que ofrecer a los caminantes y a los
turistas que cada vez más buscan lugares y sobre todo experiencias
auténticas. Muy pocos pueblos han logrado convertir el antiguo silo
en sala de exposiciones. Cea tuvo ese privilegio por contar con un
hijo del pueblo al frente de Caja España, aunque no haya salido muy
bien parado.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhohld1WWZIT8EydUs_xX1owka84aWPg6lfNyr1USmdOK3quF2uqxABUd8X6fDcuBr4vpkbut6XfLGM4IbtOKjJWSTI2OMy0LMqU4juEv09k9kwLnLlrPQK28V1yGPESNh5H2q04xBc7Zo/s1600/Ana+Gaitero++acompanada+de+responsables+de+la+Junta+Vecinal+y+alcalde+de+la+Villa+foto+Acacio+diaz_22571873_med.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="720" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhohld1WWZIT8EydUs_xX1owka84aWPg6lfNyr1USmdOK3quF2uqxABUd8X6fDcuBr4vpkbut6XfLGM4IbtOKjJWSTI2OMy0LMqU4juEv09k9kwLnLlrPQK28V1yGPESNh5H2q04xBc7Zo/s320/Ana+Gaitero++acompanada+de+responsables+de+la+Junta+Vecinal+y+alcalde+de+la+Villa+foto+Acacio+diaz_22571873_med.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Ese
silo que en un tiempo el almacén de la inmensa riqueza de vuestra
tierra debe ser ahora propagador de la cultura y la creatividad. Un
hito en el camino y sobre todo en esta temporada estival que atrae al
pueblo, a la comarca y a la provincia entera a gentes que un día se
fueron y ahora añoran su tierra, la patria chica.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Dad
toda la vida que podáis a ese espacio cultural tan genuino, de la
misma manera que arregláis el cuartel de la Guardia Civil para las
actividades de ocio y cultura comunitarios.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">No
quiero caer en la tentación de esos veraneantes que llegan al pueblo
y lo quieren arreglar en dos meses desde la atalaya de la ciudad en
la que viven durante el resto del año. Aunque quizás ya he caído. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Así
que antes de terminar voy a aprovechar para recordar a las mujeres de
Cea en esta fiesta mariana y de raíz femenina. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Voy
a recordar a una reina, Urraca, que cuentan que veraneaba por estos
pagos. A Maria de Padilla, que anduvo enamorada por estas tierras. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Y
sin ir más lejos de aquí es nacida la atleta Margarita Ramos, que
figura entre las primeras leonesas que participaron en unas
olimpiadas en 1992. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Conozco
a otras mujeres de aquí que no tienen fama, pero son campeonas de la
olimpiada de cada día. Las hay que labran la tierra, otras cuidan a
las personas mayores, se ganan la vida en un supermercardo o en la
gasolinera cercana. Y las hay también que enseñan música, por no
hablar de todas las que os han criado y aún os cuidan. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">También
brindo un reconocimiento especial a todas las personas jubiladas que
colaboran en esa tarea comunitaria de hacer familia y pueblo. Dice un
proverbio africano que para educar a un niño, a una niña, hace
falta toda la tribu... Cuidemos a los pueblos como niños y niñas
del futuro. Entre todas y todos. Nos va el planeta en ello. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Los
pueblos tienen que emerger del olvido sin complejos. Son los vigías
del territorio y de nuestra soberanía alimentaria. Sin pueblos y sin
gente en los pueblos habremos perdido nuestra capacidad para actuar
sobre el planeta y cuidarlo. Las ciudades son espejismos del
progreso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Como
bien dijo el ilustre médico y escritor portugués, Miguel Torga: Lo
local es lo universal sin fronteras. Pensemos globalmente y actuemos
localmente.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Quemad
mañana en la hoguera todas las penas y que la Virgen del Carmen os
bendiga, como dice la canción, con salud, amor y, si es posible, un
poco de dinero... </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">Cea,
Sena, Sea, Zeija... </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 13pt;">¡¡Felices fiestas del Carmen!!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Foto: ACACIO DIAZ
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Marta Merino, presidenta de la Junta Vecinal de Cea, Ana Gaitero y el alcalde de Cea, Luis Mario Portugués.</div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-39900541808042359682017-05-15T05:23:00.000-07:002017-05-15T05:23:07.467-07:00POESÍA EN LATA<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
Poesía en lata.<br />Para la viajera, para la merienda y para el emigrante.<br />Poesía que da la lata<br />Latina...<br />De sardinas.<span class="text_exposed_show" style="display: inline; font-family: inherit;"><br />Poesía enlatada que mató el hambre de la guerra y la posguerra.<br />Poesía y versos en lata<br />Burlando la fresca censura fresca<br />Hierro y fósforo cosidos con rimas<br />Manjar de gatos y de miga de pan.<br />Manjar de versos enlatados<br />Y apretados cual sardinas en lata.<br />Amantes versos en lata.<br />Húmedas rimas que se oxidan en la memoria de las cunetas.</span></div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 6px;">
Ana Gaitero Alonso. 14 de mayo de 2017</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVU9REkP8PjX8J2pYrSeg9QDWuVUYEPHATwvMWCMejELwW8UNafvYD9-SSlF9JM-XR8HpoLPLs2vwuf5UGOJNbdUWl2V7hiQsHUOLIha9_Rhy843h0bU_jw6yRqRXSe_N_4hs_kEvqlj4/s1600/ROSES+DE+FRANCE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVU9REkP8PjX8J2pYrSeg9QDWuVUYEPHATwvMWCMejELwW8UNafvYD9-SSlF9JM-XR8HpoLPLs2vwuf5UGOJNbdUWl2V7hiQsHUOLIha9_Rhy843h0bU_jw6yRqRXSe_N_4hs_kEvqlj4/s1600/ROSES+DE+FRANCE.jpg" /></a></div>
</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-79570912954432632872017-04-25T05:31:00.000-07:002017-05-15T08:29:55.335-07:00PRIMAVERA<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
Vamos a mirar hacia delante<br />
Sin huir del presente<br />
Ni de nuestra propia sintonía<br />
Vamos a cantar en el campo dorado<br />
De la plenitud de la vida<span class="text_exposed_show" style="display: inline; font-family: inherit;"><br />Y a sembrar semillas<br />Que algún día serán claveles rojos y lirios morados, amarillos capilotes de la montaña<br />Vamos a acariciar la utopía<br />Mientras ensanchamos los surcos con el arado del sueño irrenunciable<br />Vamos a pintar la primavera y a dibujar la lluvia<br />Con la conciencia lúcida de la justicia<br />Con la brújula del amor.</span></div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 6px;">
Ana Gaitero Alonso<br />
25 de abril de 2017</div>
</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-75043338156119521832017-01-27T04:11:00.000-08:002017-01-27T04:13:54.868-08:00Arde el invierno<div style="background-color: white; color: #666666; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 12px; margin-bottom: 1em; margin-top: 1em;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4kpEivsoaSdxao-gwTB4NQKJ4mPH89iisx8RawnoFoFg3PWJ5Pd5tTINU3lPkHgOXciEhePQZpy7ja1PqgxbQvOmTnekW1cgm_MmfpNPhACEI1K8SP17GxQhJG5E0Sms80L7_JBLE-YQ/s1600/Atardecer+Puente+Castro.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4kpEivsoaSdxao-gwTB4NQKJ4mPH89iisx8RawnoFoFg3PWJ5Pd5tTINU3lPkHgOXciEhePQZpy7ja1PqgxbQvOmTnekW1cgm_MmfpNPhACEI1K8SP17GxQhJG5E0Sms80L7_JBLE-YQ/s320/Atardecer+Puente+Castro.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXQ0yxywnE42h4X37LLovYxLfZcEZsmSsSRgcLiQE7rOl9UDei9leJkDLVRySgS-dzB8XW8UucS91vpmACA_KeBDilIAmemznxXbyjoA1ASzUzQhB0G6aSJDiHxqP4HEKFndBMf8eo11w/s1600/Atardecer+Tor%25C3%25ADo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXQ0yxywnE42h4X37LLovYxLfZcEZsmSsSRgcLiQE7rOl9UDei9leJkDLVRySgS-dzB8XW8UucS91vpmACA_KeBDilIAmemznxXbyjoA1ASzUzQhB0G6aSJDiHxqP4HEKFndBMf8eo11w/s320/Atardecer+Tor%25C3%25ADo.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Arde el invierno entre los chopos<br />
En la hoguera del atardecer<br />
Y allá va el río errante<br />
Con sus pies de agua<br />
Y la voz ahogada entre los cantos<br />
Va sin prisa, por el lecho millones de años pisado<br />
Murmura secretos a los puentes<br />
Da noticias a los pájaros<br />
Y abraza a los peces dormidos<br />
Agua y fuego,<br />
Aire y tierra<br />
Amasan la vida en el frío invierno</div>
<div style="background-color: white; color: #666666; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 12px; margin-bottom: 1em; margin-top: 1em;">
Arde el invierno.<br />
Y allá va el río a apagar el fuego, con brazos de hielo.</div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-56293697503119779112017-01-16T05:13:00.002-08:002017-01-16T06:06:08.831-08:00Ritual de Luna<br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Al menos sé que tu corazón late</span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">En el reverso de un recuerdo </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Y en la pupila de la estrella que nos mira al atardecer </span><br />
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Palpita la fantasía de tu sombra </span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br />En esos instantes que anuncian la noche<br />Y el ritual de las ausencias<br />Se representa sobre la luna llena<br />Con las palabras nunca pronunciadas </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUUPdgaGme7HONVW6da7guyROdnrPQrtgBQzqcMT89_1FdK2210CfLYg3n6k40Nk96fiG5hNozOYAIbfovU-u00xxlrldQfINr4KLkoVUjsITSRLYA0MAnOOF-VHxIYll55zDeZXCeXFE/s1600/DSC_0242.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="Septiembre 2016" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUUPdgaGme7HONVW6da7guyROdnrPQrtgBQzqcMT89_1FdK2210CfLYg3n6k40Nk96fiG5hNozOYAIbfovU-u00xxlrldQfINr4KLkoVUjsITSRLYA0MAnOOF-VHxIYll55zDeZXCeXFE/s320/DSC_0242.JPG" title="Luna en Madrid" width="180" /></a></div>
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">y los besos que aún me faltan por derramar sobre ti</span>Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-21155734255220019782017-01-16T05:03:00.000-08:002017-01-16T05:03:15.405-08:00Olvido<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Quiero subirme a la Luna</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Y morder un pedazo </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Para sentir el frío en lugar de tu ausencia </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Quiero columpiarme de una estrella y sacarle brillo con mi brazo extendido </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Para que ilumine tu noche</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br />Y camines sin miedo a la región del silencio<br />Quiero enredarme en los hilos de plata del invierno<br />Y que se hielen las lágrimas sobre la hierba<br />Quiero olvidar el olor del rocío</span>Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-1636755752235686112017-01-13T11:55:00.000-08:002017-01-13T11:55:32.403-08:00Plaza del Grano <span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Plaza del Grano ( León. España) </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Dónde las piedras hablan y el cielo se mira en una fuente </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Donde el azul se abraza a las ramas de los gigantes </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Y las raíces de los chopos se hunden en el Medievo </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Donde el tiempo no existe ni hace falta que sea inventado </span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br />Plaza casi redonda, casi perfecta.<br />Donde se duerme el trigo de los siglos<br />El pan de la belleza<br />Los granos, el aliento ciudadano<br />Donde el soplo del aire fresco resuena con los pasos del peregrinaje<br />Plaza del Grano<br />Lugar de sosiego, sombra del amor y remanso de los besos entre Torío y Bernesga<br />Entre tú y yo<br />Eco de las chanzas y las danzas<br />Murmullo de cortejo y negocio<br />Suburbio de la carne robada a las mujeres<br />Castigo de los pies embutidos en tacones<br />Solemne paseo, sagrados juegos de la infancia<br />Plaza de los recuerdos<br />De la Tierra y el olor a hachís<br />Tintineo de cristales que invocan mil deseos<br />Paño de lágrimas de corazones heridos<br />Pasos y reposo<br />Lienzo de todas las miradas<br />Inspiradora de versos y relatos, de trazos y retratos<br />Plaza, nuestra plaza<br />Nuestros cantos<br />Hechos canto ciudadano<br />Y canción de acción<br />Al fin, unos cantos agitan nuestras conciencias.<br />En lugar de recoger sólo charcos.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXx96Kmm0l_R_8tEtRqUTbNW2b8avaKdNq73F_18zsTQEYxfVGWlerMARxPu2nj-cwx3h8PRv-zBrR5f5UxuC7N7743UhAnT_JTUIfXB3rR-h0SvtshkSobY9bh6LFjCsZui6WHQAqRPE/s1600/plaza+del+grano.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXx96Kmm0l_R_8tEtRqUTbNW2b8avaKdNq73F_18zsTQEYxfVGWlerMARxPu2nj-cwx3h8PRv-zBrR5f5UxuC7N7743UhAnT_JTUIfXB3rR-h0SvtshkSobY9bh6LFjCsZui6WHQAqRPE/s320/plaza+del+grano.jpg" width="176" /></a></div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-61426355087985878532016-10-12T09:11:00.000-07:002016-10-12T10:02:08.014-07:00Otoño <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMRL_nN5nmAdrsXyNY7dJyyckqZKWo_hg_UecpqcbmFtrXszuObGR-C3fEdZuSp6gjor51HeqiRNKHL0Cw1ySmhY1Uq38EmL4Z4NwhN9flmykgs8JTWHZ9HE2K3f-xnAvrc9IOI8NnuNc/s1600/DSC_0004.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMRL_nN5nmAdrsXyNY7dJyyckqZKWo_hg_UecpqcbmFtrXszuObGR-C3fEdZuSp6gjor51HeqiRNKHL0Cw1ySmhY1Uq38EmL4Z4NwhN9flmykgs8JTWHZ9HE2K3f-xnAvrc9IOI8NnuNc/s320/DSC_0004.JPG" width="180" /></a></div>
<br />
Ahora comprendo por qué se deshoja el alma<br />
<br />
En los días de lluvia<br />
<br />
Por qué se ablanda la tristeza sobre el suelo<br />
<br />
Y vuelve el abrazo a la memoria<br />
<br />
El recuerdo de tus ojos sobre mi sonrisa<br />
<br />
Y mi boca sobre tu mirada<br />
<br />
Ahora comprendo la belleza desmedida<br />
<br />
El dolor de sentirse viva<br />
<br />
Con tu cuerpo y el mío fundidos en una ráfaga de amor puro<br />
<br />
Felicidad sin límitesAna Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-32983652721242161442016-09-18T14:45:00.000-07:002017-05-15T08:54:07.751-07:00Dicen que mi hermana murió dos vecesEl 16 de septiembre mi hermana María de los Ángeles cumplió 53 años. Durante muchos años pensamos que había muerto en la maternidad de León, como les dijeron a mi madre, primero, y a mi padre, cuando llegó a recoger a esposa e hija. Un día mi madre se hizo la gran pregunta tras ver los casos de bebés robados: ¿Qué pasó con aquella niña mía?<br />
Entonces me puse a buscar y en el Archivo Histórico Provincial de León encontraron el legajo de su fallecimiento, según el cual mi hermana murió dos veces: el 17 de septiembre, es decir, al día siguiente de nacer y el 21 de septiembre. La primera es imposible a no ser que mi madre estuviera amamantando durante cinco días a una niña que no era su hija. Y la segunda fecha es la que encierra el misterio de lo ocurrido. ¿Murió o la robaron? Pensamos, intuimos que fue una desaparición forzosa. Hemos conseguido contactar con una mujer nacida días después en un clínica de León que está segura de que su madre no era su madre y su padre no era su padre. El parecido físico, los antecedentes de enfermedades... Nos han dado la esperanza de haberla encontrado<br />
Falta la prueba del ADN y que nos decidamos a dar el paso de que cotejen su perfil y el de mi madre. Es difícil , la vida nos lleva y la desconfianza sobre los laboratorios nos ha paralizado. Siento la necesidad de cerrar esta historia. Pero no sé si es posible.<br />
Dicen que mi hermana murió dos veces.Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-38783644212505459982016-09-16T06:54:00.000-07:002016-09-16T06:54:24.992-07:00Pan negro, tierra dorada Pan negro<br />
De la tierra dorada<br />
Sudor sobre rocío<br />
Calor sobre la tierra<br />
Amor<br />
Oigo el canto del manal<br />
Brazo con brazo<br />
Pulso con pulso<br />
En la era<br />
Y el peso inexorable de dos miradas que se cruzan<br />
Con sus destellos de deseo carnal.<br />
En mitad del verano<br />
La vida brama<br />
Se aposenta sobre el vientre<br />
Una vez más y otra... Y otra más<br />
Y gira la rueda del carro chillón<br />
El tiempo que separa el grano de la paja<br />
La ternura de la pasión pasada<br />
Envuelta en un fino paño de lino<br />
Y sonrosada<br />
Brota la leche de sus pezones<br />
Y vuelve a amar<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzUdphYH3If6Z-6mP7ot8UYPYi2wjxXddYexxxk7psklCVbtink0BbJq2EK4Rk_-VgjcEgpmCUs6vaOo7l2kxxRbPfDJOxJV3On16obVeT4JjL5X3nzsjPSMdO0Z1RQJUV3-_b6qMm_80/s1600/DSC_0340.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzUdphYH3If6Z-6mP7ot8UYPYi2wjxXddYexxxk7psklCVbtink0BbJq2EK4Rk_-VgjcEgpmCUs6vaOo7l2kxxRbPfDJOxJV3On16obVeT4JjL5X3nzsjPSMdO0Z1RQJUV3-_b6qMm_80/s320/DSC_0340.JPG" width="320" /></a></div>
Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-24886045085582194152016-09-04T03:35:00.000-07:002016-09-04T03:35:25.381-07:00Último domingo de agosto Busqué a mi madre al atardecer del último domingo de agosto<br />
Por un sendero seco<br />
Donde ya no estaban los árboles frutales<br />
Ni el abuelo gritando a los chiquillos<br />
Donde sólo queda un hilo de agua en el reguero<br />
Y la memoria de los muertos se mezcla con ese soniquete<br />
Los ecos de las voces femeninas<br />
Lavando sus delicadas prendas y tendiéndolas, blancas, sobre la hierba.<br />
Donde los juncos esperan la llegada de un día de viento<br />
Para bailar y besarse<br />
Como una pareja recién casada<br />
Allí donde el tiempo deshace los adobes para devolver su polvo a la tierra<br />
Y deshacer el ciclo<br />
Donde la frontera entre la vida y la muerte no es una invención absurda<br />
Como todas las demás fronterasAna Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-21147306731218035122016-08-17T13:24:00.001-07:002016-08-17T13:24:58.747-07:00Agua de Luna<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Soñé que mi madre se hacía agua </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Después de ver la Luna</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Soñé </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Por contar las lunas que ella me falta </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Soñé </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Diez veces </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Luna</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Diez lunas</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Soñé </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Madre </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Envuelta por la Luna </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Húmeda como una placenta</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">De agua de Luna</span><br />
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Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-90621173628409897672016-08-03T07:13:00.001-07:002016-08-03T08:06:34.376-07:00El tiempo en Londres (I) - Time in LondonNorbury (1)<br />
Plattform es una palabra importante para moverse en Londres si usas el metro o el tren. Millones de personas circulan a diario por el tubo -Tube-. Cuando llevas aquí dos o tres días te das cuenta de estas masas de gente conocen con exactitud el lugar donde quedarán situadas las puertas del tren en la 'plattform'.<br />
En las horas punta se arremolinan como avispas en el punto exacto donde se abrirá la entrada para conseguir subir al vagón y seguir su trayecto al trabajo, la escuela o a visitar la ciudad.<br />
Cada mañana tomo el tren en Norbury, al sur de la ciudad, que pertenece al London Borough of Croydon. Es la zona 3 del transporte público de Londres y se articula en torno a la antigua vía romana a Brighton. Es como una pequeña ciudad pegada a la capital británica en la que predominan las casitas adosadas de corte victoriano que tienen su origen en la construcción del ferrocarril a finales del siglo XIX. Casas de trabajadores con planta y piso, las típicas ventanas con galería en el salón y un pequeño jardín interior. Todas tienen su chimenea.<br />
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Es un barrio tranquilo, con una calle principal muy animada con tiendas y establecimientos, entre los que llaman la atención las sedes de bancos (Lloyds Banks...) en edificios con una cierta personalidad y las tiendas de frutas con sus coloridos mostradores sobre las aceras. También hay unas cuantas barberías, que los viernes están abiertas hasta altas horas de la noche, y algunas peluquerías; he visto un par de oficinas funerarias, kebab y otros restaurantes y bares.<br />
Como en cualquier sitio de Londres la población es multicultural. Aquí se ve un predominio de africanos y árabes. (1)<br />
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El nieto de la mujer en cuya casa vivo estos días es negro, aunque ella, Vikki, es blanca (white british), inglesa de toda la vida.<br />
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Ayer vi a un hombre muy alto que caminaba en sentido contrario al mío con una pequeña pancarta en la mano sujeta por un palo: Black Lives Matter, un movimiento que desde 2013 organiza eventos contra la violencia hacia la población negra. Firmaba algo así como 'trabajador laborista'<br />
Tal vez iba, o venía de alguna manifestación.<br />
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Esta mañana he visto una ventana frente a la estación en la que se pide el fin de la lucha contra los padres y se reclama el derecho de los niños a una familia. Hablan del síndrome de alienación parental. Los problemas son universales, al menos en Occidente, como ese mobiliario urbano de la firma JC Decaux que podemos ver en todas las capitales europeas.<br />
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(1) (The 2011 census showed that White British was the largest ethnic group
at 24% of the population, followed by 13% Black Caribbean, 12% Indian
and 12% Other White). <br />
<br />Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-35251740930999252242015-10-18T10:02:00.001-07:002015-10-19T14:05:47.756-07:00Palabras mayores en letra pequeña <br />
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¡BUENAS TARDES!<br />
Es un placer y un honor compartir este acto entrañable en homenaje a las personas mayores en la Casa de la Cultura. Para mí siempre será el antiguo lavadero.<br />
Donde ahora se agita la vida social y cultural de Armunia, en aquel tiempo hacíamos la colada las madres y las hijas. Íbamos pasando las prendas de las pozas más jabonosas a las del agua clara y fresca del final de la faena.<br />
Hace más de 40 años, 42 para ser más exacta, llegué con mi padre a lo que entonces era un pueblo bullicioso que se arrimaba a la capital con la intención de mejorar.<br />
Un pueblo generoso que, con las aportaciones de su patrimonio público, dio a León el suelo que no tenía para desarrollar industria y servicios.<br />
Recuerdo que era verano. Tengo grabada la imagen de las vecinas de la plaza de España tomando el fresco a la puerta de casa. Yo jugaba o me sentaba en el suelo a su lado mientras esperaba a mi padre que, como era verano, prolongaba hasta las últimas luces del día el ordeño de las ovejas en el aprisco.<br />
En septiembre llegaría el resto de la familia, que habían quedado en Villaornate para terminar las faenas del campo.<br />
Enseguida nos integramos en la vida del pueblo, que aún no estaba asfaltado ni tenía aceras. Fui a las escuelas de Padre Manjón. Aún se mantenía la separación por sexos y recuerdo que en invierno se calentaba con una estufa que ayudábamos a atizar.<br />
Era una época de cambios. Se conservaban modos de vida milenarios al mismo tiempo que entraban en casa los últimos adelantos a través de aquellos televisores en blanco y negro que nos mandaban a la cama con dos rombos. También las lavadoras empezaban a meter ruido en los cuartos de baño o en las cocinas con los nuevos modelos más adelantados y con centrifugado incorporado.<br />
Mi madre siempre decía que el mayor invento de la humanidad ha sido la lavadora. Porque por muy romántico que sea el recuerdo, sabemos bien que la tarea de lavar ropa, en verano y en invierno, con el agua templada y hasta con hielo en su superficie, era una de las más penosas. Y ahí estaban las mujeres al frente de la colada y de lo que hiciera falta.<br />
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¿Saben? Yo, de pequeña, soñaba con ser mayor. Me fascinaba el mundo de los adultos. Idealizaba su libertad e independencia aunque me fastidiara tener que colaborar en faenas que me apartaban del juego y de la diversión.<br />
Todo pasa y todo llega, dice el cantar. Me hice mayor y escogí este oficio que hoy me trae a la Casa de la Cultura en lugar de al viejo lavadero de Armunia.<br />
Un oficio más de escuchar que de hablar, aunque hoy sea yo quien tome la palabra. Un oficio más de la actualidad que de la memoria, aunque no debería perder la perspectiva del tiempo.<br />
A lo largo de estos años, ya son unos cuantos, he comprobado que en el mundo que vivimos ser mayor no tiene el valor que yo creía de pequeña. El progreso que soñamos es una sociedad de consumo que divide a las personas en segmentos de mercado y las tiene en cuenta en función de determinados intereses.<br />
Por ejemplo. Las personas mayores cuentan, y mucho, a la hora de votar. Y mucho más en una sociedad envejecida como la leonesa. Pero, al igual que los niños y las niñas, son tratadas como personas que hay que tutelar y dirigir, de manera paternalista, como si no tuvieran voz propia o ya no pudieran aportar a la sociedad.<br />
Cuentan como sujetos pasivos más que activos de la sociedad. Sólo hay que fijarse en las candidaturas electorales. Se valora la juventud, quizá porque aquí va escaseando por el virus de la emigración forzosa, pero hay una total ausencia de personas mayores. Los partidos actúan como las grandes marcas comerciales. Temen perder atractivo si no venden caras nuevas y jóvenes.<br />
En los sindicatos, los trabajadores y trabajadoras que se jubilan pasan a las secciones de pensionistas, dedicadas a organizar excursiones y poco más. Poco a poco, las personas mayores son arrinconadas y se van rompiendo los lazos intergeneracionales pese a que abuelos y abuelas son, hoy en día, en muchos casos, el colchón económico de una sociedad en crisis y con un 30% de personas en situación de pobreza, y el colchón familiar para el cuidado de nietos y nietas a falta de otros servicios de conciliación.<br />
El aumento de la calidad y la esperanza de vida en nuestra sociedad han cambiado el concepto de ancianidad. O mejor, dicho, lo han aniquilado. La ancianidad se hace invisible. En unos casos porque son útiles pero ya están fuera del sistema productivo y en otros porque son dependientes y precisan de ayuda para poder sobrellevar la vida.<br />
El progreso nos ha transformado en una sociedad colmena donde cada grupo social y generacional vive en una celdilla sin apenas comunicación con el resto. Las abejas reinas son el poder económico y político que van acomodando a sus necesidades las expectativas de la población.<br />
La jerarquía de las noticias en los medios de comunicación es un fiel reflejo de este sistema, aunque los nuevos medios, con las redes sociales como avanzadilla, están transformando la clásica estructura del medio como emisor y los lectores/oyentes/televidentes como receptores.<br />
A lo largo de estos años, gracias a mi dedicación a temas de salud y bienestar social y a los reportajes, he tenido la oportunidad de escuchar y recoger las voces de muchas personas mayores en entrevistas y reportajes. Y me he dado cuenta de que, como dice siempre mi tía Estelita, todas las personas tenemos una historia que contar. <br />
Historias que son experiencias de vida y lecciones de la experiencia. Testimonios de un tiempo pasado que no debemos olvidar para no repetir errores y celebrar los logros. Voces que dan muestra de la épica y la tragedia de la vida. De la belleza cotidiana y de la heroicidad sin medallas.<br />
Estoy muy agradecida a esas historias que he ido recogiendo porque me han ayudado a hacer un trabajo más cercano a la realidad de la vida que al impacto de los tópicos. Son palabras mayores en letra pequeña a las que hoy rindo homenaje en este espacio que me habéis prestado como si estuviera haciendo la colada con mis hojas sueltas, tendiendo al sol noticias efímeras para que reluzcan como sábanas blancas.<br />
“A arar no había quien me ganara”, me confesaba Tomasa Fernández Dios a sus 102 años. Un portento de memoria que cantaba la tabla de multiplicar como cuando iba a la escuela y compuso una canción para recordar el incendio de Tabuyo del Monte en 1998: “Viva Tabuyo del Monte que es un pueblo muy alegre, con un pinar tan bonito que siempre viste de verde. La mitad se nos quemó por tirar para el pinar el ejército español”.<br />
Con el testimonio de Tomasa y otras abuelas reconstruí el ambiente que se vivía en León cuando las mujeres españolas estrenaron las urnas en 1933, tras ser aprobado el sufragio universal en 1931.<br />
Con este trabajo conocí a Orencia Fernández Modino en la residencia de personas mayores de Armunia. Nació el 1 de mayo de 1906 en Sahelices del Río. Cuando convocaron a hombres y a mujeres a las urnas en 1933 Orencia vivía en Armunia. Una crónica del periódico La Democracia recoge los resultados electorales del entonces municipio aledaño a León. La suma de los votos de los partidos de izquierdas —2.757— superaba a los de las derechas —1.389— pero la división de las candidaturas dispersó el voto izquierdista, relata la crónica.<br />
Y en contra de los temores exhibidos en el Parlamento dos años antes, la reseña electoral destaca «la reacción producida en la mujer armuniana que se puede asegurar acudió a las urnas en un 90%, demostrando con esto solo su entereza ciudadana. Sosteneros en esa actitud y daréis un mentir rotundo a los pesimistas», ensalzaba el cronista.<br />
Las voces de los mayores me han servido para romper tópicos y para poner sobre la palestra sus necesidades, a veces perentorias. Pero también lo mucho que pueden aportar a la sociedad sin que nadie tutele sus vidas. “Para cuidar a mi Irene no necesito títulos”, me decía Demetrio, un hombre que con 77 años y una enfermedad muscular que limitaba su movilidad, tenía como principal ocupación el cuidado de su esposa con alzhéimer. “Irene, carita de Serafín”, la llamaba con una ternura que partía el corazón. Irene no contestaba, tenía la vista perdida en ninguna parte, como pasa cuando se pierde la memoria.<br />
El testimonio de Demetrio ilustraba un reportaje sobre la necesidad de acercar los servicios de atención a la dependencia a los domicilios. La concejala de Bienestar Social por aquel entonces, hace una década, prometía 360 euros para los familiares que se ocupaban de sus mayores en casa. No creo que se llegara a estrenar la medida.<br />
El déficit de plazas asistidas en residencias formó parte de la agencia de noticias. Al igual que el elevado precio que hay que pagar porque las plazas públicas y concertadas son muy escasas: “A los reyes (magos) les pedí una plaza que me cueste menos”, decía María de los Ángeles de la Blanca en un reportaje sobre el tema. Estaba en la lista de espera de la Gerencia de Servicios Sociales: “Pasan los meses y los ahorros se acaban”.<br />
Los reportajes con voces de mayores me han acercado a la realidad que viven los pueblos en el siglo XXI. A los largos inviernos de soledad: “Pasamos el invierno quietos en la cocina. Tenemos unas gallinas y unos perros para que hagan ruido”, me decían Maximina y Pepe, vecinos de La Urz, en Omaña.<br />
A veces, prestar atención a la historia de alguien que ha vivido muchos años es como sumergirse en una novela. Me llamó la atención la cicatriz que Maximina tenía en su cuello y pecho. Entonces contó cómo se salvó de milagro de un rayo que atravesó su cuerpo de la cabeza a los pies cuando estaba en el monte cuidando el ganado, haciendo la vecera. El oro se deshizo sobre su cuello y la cadena y el círculo de su medalla quedaron grabados para siempre.<br />
“Di a luz de rodillas en la cárcel de Astorga de rodillas en 1940”, me confesó Amalia de la Fuente Peral en un reportaje sobre las mujeres represaliadas por el franquismo y condenadas al silencio en la memoria histórica.<br />
La historia de Rosario, una mujer de 82 años que era la única habitante de Penoselo durante el invierno, me conmovió desde el principio. Y me dejó atónita cuando desveló que fue ella quien tomó la iniciativa de salir de su pueblo y marchar en busca de trabajo a Lyon, la segunda capital francesa.<br />
Fue partera de su madre con once años, minera a los 16, agricultora, ama de casa, portera, limpiadora, nana y, ya anciana, cuidadora y enfermera de su marido. ¿Quién da más?<br />
Lecciones de dignidad. De supervivencia y de gran talla humana. Como Evelyn, en la película de Tomates verdes fritos, a medida que he prestado oídos a las voces de las personas mayores he ido descubriendo un mundo lleno de personas luchadoras y entusiastas, como Ninny, la abuela de la película. Un hilo que conecta el pasado con el pasado con el presente y que ha alentado mi pasión por escuchar y contar historias.<br />
Yo, que no conocí abuelas ni abuelos, me reconozco como nieta de todas estas voces. Y reivindico su valía y utilidad en la sociedad. Son palabras mayores aunque nos empeñemos en escribirlas en letra pequeña.<br />
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<br />Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4367424274242123677.post-53169062199574327762015-08-26T15:58:00.000-07:002015-08-26T16:28:38.489-07:00El viaje<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El hombre echó a andar al amanecer con una pequeña maleta en
la mano derecha. Sobre el hombro izquierdo colgaba un fardel en el que su madre
había guardado una hogaza de pan bregado, unas cebollas, una corra de chorizo y
un puñado de uvas pasas envueltas en papel de estraza. Son las últimas, le
dijo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Los campos verdeaban bajo la tímida luz de la aurora. Los
trigos ya levantaban dos palmos y los pájaros empezaban a despertar con sus
cánticos de cortejo. De vez en cuando, el hombre se daba la vuelta y
contemplaba, cada vez más pequeño, el pueblo que le vio nacer con sus casas de
adobe y tapial. Más allá de la torre de la iglesia aún podía distinguir los
barcillares, con sus vides enfermas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Sus pensamientos estaban en el horizonte del camino de hierro
que acababan de estrenar, con estación en el pueblo vecino de Castrolaes. Varias
veces había atisbado la estela de humo blanco de aquella chocolatera gigante
desde la noria, donde aún tuvo tiempo de trasplantar los pimientos de los
semilleros a los surcos labrados a conciencia. Su amigo Arsenio se había
ofrecido a cultivarlos y vender la cosecha.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Amaba la tierra, la que antes trabajó su padre y antes su
abuelo y su bisabuelo. Y quién sabe cuántas generaciones le precedieron en el
oficio de labrador. Pero la mala racha de los últimos tiempos, sobre todo aquella
maldita enfermedad que pudría las raíces de la vid y las destruía, le habían
decidido a emprender el viaje. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Entonces no sabía que iba a subirse al tren casi a la puerta
de casa. Había trabajado en las obras durante el tendido de las vías y transportando
ladrillos desde la cerámica de Villacé con los que se levantaron los edificios
de estación y esos pequeños casetos rematados con celosías que servían de
retrete y lampistería. Había ahorrado lo suficiente para marcharse. No quería
acabar de criado en cualquier casa de labranza, durmiendo en las cuadras con
los animales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Corría el mes de mayo de 1915. Máximo Prado iba a probar
fortuna al otro lado del Atlántico. Fueron más fuertes las ganas de cambiar su
destino que las lágrimas suplicantes de Feli, su novia. Ya volvería él o le
mandaría el dinero suficiente para que marcharse ella. El barco zarpaba del
puerto de Vigo en un mes y medio. Había adquirido el pasaje en el despacho de
un prestamista de Alenca, corresponsal de la agencia de emigración, que se
ocupaba de todas las gestiones por una jugosa comisión. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Era su primer viaje en tren. La nueva línea de vía métrica
finalizaba su recorrido en Palanquinos, donde haría transbordo para subirse a
otro convoy con destino a León. Allí pararía un par de días para comprar algo
de ropa y víveres y continuaría el viaje hasta Vigo en uno de los expresos que
atraviesan la capital por la noche.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Todo esto lo llevaba apuntado en unas cuartillas, que
guardaba en su bolsillo junto al billete y el pasaporte. Sobre el papel había
trazado los recorridos y destinos con su esmerada caligrafía y unos dibujos de
trenes y barcos con los que señalaba los puntos más importantes del trayecto.
Había dedicado muchas tardes a planear el viaje. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El barco tenía prevista la llegada a La Habana a finales del
mes de julio después de veinte días de travesía. Allí tendría que subirse de
nuevo al tren para llegar hasta la provincia azucarera de Camagüey donde le
esperaba su primo hermano Manuel. A saber lo que le aguardaría en aquel buque.
A saber si llegaría, se preguntaba, cuando le sorprendió, ya en la estación, el
pitido frenético del convoy que había partido a las seis menos cuarto de la
mañana de Medina de Rioseco. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Miró el reloj y se puso en pie para ver llegar al pájaro
negro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Para La Habana me voy,
madre</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A comer plátanos ricos</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Que los pobres de aquí</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Son esclavos de los
ricos</span></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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Ana Gaitero Alonsohttp://www.blogger.com/profile/10743520611439174724noreply@blogger.com2