Ana Gaitero Alonso. Foto: Jesús F. Salvadores . |
“Una mujer camina sola, despacio, con su mundo a cuestas y algo se tuerce... desde entonces las cosas más bellas que le da la naturaleza son la causa de que quieran destruirla”. Charo Acera y Begoña Rodríguez, artistas. Exposición Mujer. Mayo de 2004. El Albéitar.
Conferencia pronunciada el 12 de noviembre de 2004 en León.Clausura de la formación en violencia de género organizada por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de León y dirigida a policías locales y trabajadores sociales.
Hay un acuerdo unánime entre las investigadoras en que hay un antes y un después del asesinato de Ana Orantes en el tratamiento que los medios de comunicación han hecho y hacen de la violencia de género. Ana Orantes fue rociada con gasolina y quemada por su ex marido en 1997, a quien un juez le permitía vivir en la misma casa, en el piso de abajo, a pesar de las numerosas denuncias que tenía por malos tratos.
Lo que hizo distinto el caso de Ana fue que ella había contado su historia en la televisión. Como señala Isabel Menéndez, confirma que los medios de comunicación se retroalimentan porque necesitan imágenes; pero también es una evidencia de que si sales en televisión, existes y un dato más para reflexionar sobre la responsabilidad social de los medios de comunicación.
Algún periodista tuvo que pensar entonces que aquel testimonio contribuyó al asesinato de Ana Orantes, aunque su hija ha reiterado que quien condenó a su madre a vivir en la misma casa que su agresor fue el juez que dictó la sentencia.
En cualquier caso, a partir de este crimen la violencia de género entra en la parrilla mediática.
En un repaso a los anuarios del Diario de León desde su primera edición vemos que el problema de los malos tratos no trasciende a sus páginas hasta el año 1998:
_Lucha contra los malos tratos
_Sesenta mujeres murieron a manos de sus parejas en un año destacado por la conciencia social.
El artículo refleja que los asesinatos que lograr colarse por la ventana mediática, “por su brutalidad”, son sólo la punta del iceberg del problema de la violencia hacia la mujer. Y los malos tratos son, a su vez, sólo una parte de la violencia sexista reinante.
Nevenka vence a Ismael, pero...
En León tenemos un caso muy cercano que, a pesar de lo escandaloso, no ha hecho sonrojarse a muchos poderosos, incluidos medios de comunicación. Nevenka vence a Ismael. Así se titula la información en la que se informa, como síntesis del año, de la condena del alcalde de Ponferrada por acoso sexual a la ex concejala y su posterior dimisión como alcalde y, más tarde, como consejero de Caja España.
La noticia plantea el caso como un duelo entre los dos, cuando en realidad quien ha condenado al ex alcalde de Ponferrada es la Justicia y lo que hizo Nevenka Fernández fue denunciar una conducta que el Código Penal tipifica como delito. Los medios de comunicación son responsables de esta representación, pero no los únicos. El caldo social y cultural en el que se cuece esta noticia está plagado de prejuicios: algo haría ella, pues mírala que lista iba de concejala...
¿Cuál fue la actitud que se adoptó ante la denuncia de Nevenka Fernández? Ella se convirtió en la principal sospechosa, mientras que él fue rodeado por sus concejales en un acto de solidaridad para proclamar su inocencia antes de ser juzgado. No hubo concejales ni concejalas que se pusieran de parte de Nevenka Fernández, excepto en la oposición, lo cual contribuyó a que las sospechas sobre la joven aumentaran puesto que el tema pasaba a ser también una disputa política.
El antecedente de Artemisia Gentileshi
Lo que pasó con el caso Nevenka no es casualidad, ni fue una confabulación mediática. Es un proceso que tiene tras de sí una carga histórica y cultural, sin que esto sirva para exculpar, ni mucho menos, a quienes están al frente de las noticias:
Por no ir más lejos, situémonos en el siglo XVII y conozcamos a una mujer, una artista. Artemisia Gentileschi. Su propio padre la acusa de haber provocado que un amigo suyo, Agostino Tassi, también pintor, el maestro de la quadrattura, la violara. Pilar López, profesora de la Universidad de Salamanca y experta en violencia de género, utilizó este ejemplo para explicar cómo, por un lado, la mujer no ha participado de lo que se ha definido como hombre y mujer y que las representaciones culturales _como todo lo que hacemos en los medios de comunicación_ se realizan desde el poder.
Se la considera la primera mujer pintora de la historia, pero a pesar de este reconocimiento, es muy poco lo que sabe de ella y en los diversos apuntes biográficos que se pueden recopilar de Artemisia en Internet sirvan estos dos para comprobar cuán dispar puede ser la interpretación de un mismo hecho y en este caso no hay periodistas por el medio.
Retomo la cuestión de la evolución del tratamiento informativo de la violencia de género en los últimos años. Se ha pasado de la invisibilización a la toma de conciencia, al menos en un período de dos o tres años, sobre la existencia de un problema social. La violencia contra las mujeres ha salido del ámbito familiar a la esfera pública. De los huecos reservados a los sucesos, a las páginas de nacional, información local y a las portadas de los periódicos. Las noticias sobre asesinatos de mujeres han llegado a abrir teledario. Lo mismo que ha dejado de ser un asunto privado para convertirse en problema público, porque no hay que olvidar, por ejemplo, que hasta hace menos de cinco años el domicilio era inviolable. O que términos como acoso sexual son reconocidos como delitos desde hace menos de una década
España Código Penal de 1995. Acoso sexual (artículo 184):
El que solicitare favores de naturaleza sexual para sí o para un tercero prevaleciéndose de una situación de superioridad laboral, docente o análago, con el anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado con las legítimas expectativas que pueda tener en el ámbito de dicha relación, será castigado como autor de acoso sexual con la pena de arresto de doce a veinticuatro fines de semanas o multa de seis a doce meses.
El término malos tratos también es de cuño reciente en los medios de comunicación, aunque existe alguna aportación histórica curiosa como es el caso de las noticias aparecidas y viñetas aparecidas en los años 20 en el periódico Galicia, (investigación de la profesora Carme Hermida).
Anuario 1997: Venganza pasional en Burgos. Un ataque de celos termina con el asesinato de cinco personas y el suicidio del homicida.
En el texto: “el móvil múltiple del asesinato: el amor”. Ella, dice la crónica, “le había despreciado” la noche anterior al asesinato. De esta guisa, los crímenes pasionales han plagado la crónica negra de los periódicos durante prácticamente todo el siglo XX. El verdadero móvil, la idea de poder que el hombre tiene sobre la mujer, no aparece reflejado en estas crónicas, salvo en casos muy excepcionales. Este concepto no había traspasado las fronteras de los círculos feministas.
Desde los años 70, las investigaciones llevadas a cabo inciden es que es necesario enfocar el análisis de por qué los hombres, mucho más que las mujeres, utilizan la fuerza física y estrategias de poder y de control con sus parejas bajo cuatro puntos fundamentales:
La utilidad explicativa de la construcción de género y poder.
La necesidad de analizar la familia como una institución que estructura relaciones entre hombres y mujeres de acuerdo al género y al poder.
Comprender y validar las experiencias de las mujeres.
Desarrollar teorías y modelos que reflejen las experiencias de las mujeres.
Concha Fagoaga hace constar, en su informe sobre violencia en los medios de comunicación en 1999, que la violencia masculina contra las mujeres “pasó de puntillas y disfrazada por las páginas de los periódicos hasta comienzos de los años 80”.
En una lectura rápida de titulares de los años 80 hasta aquí encontramos:
1984: Vista por el homicidio de una joven de 14 años por su amante de 55.
1987: Mata a su mujer por una ristra de cebollas.
Apuñala a su mujer por celos.
Piden 25 años para un hombre que mató a su esposa por ser feminista.
Mató a puñaladas a su novia al enterarse de que estaba embarazada.
Posiblemente, la primera noticia en la que aparece el término en el Diario de León sea esta publicada el 29 de mayo de 1987, que anuncia la próxima apertura en León de una casa de acogida para mujeres maltratadas:
“A partir de junio, León capital contará con la primera «Casa Refugiode Mujeres Maltratadas» de nuestra provincia, y posiblemente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, gracias a la iniciativa de la Asociación Leonesa de Mujeres «Simone de Beauoir”. Esta entidad de carácter feminista, despues de tres años y medio de gestiones ante diversos instituciones de la provincia, ha conseguido materializar un proyecto que responde a la necesidad real de ofrecer un apoyo exento de paternalismo a numerosas mujeres que sufren malos tratos fisicos o psíquicos por parte de sus maridos, compañeros o bien de otros familiares en el caso de algunas madres solteras, y carecen de apoyo familiar.
La «Casa Refugio de Mujeres Maltratadas de León», cuya ubicación no se dará a conocer públicamente por razones obvias, será inaugurada y presentada totalmente el próximo martes, 2 de junio, en el Centro de Asesoramiento y Promoción de la Mujer dependiente de la Delegación Territorial de la Consejería de Bienestar Social. Sin embargo, la Casa Refugio no estará gestionada por esa ni por ninguna otra institución de la provincia, aunque cuenta con algunas subvenciones oficiales, sino directamente por la citada asociación de mujeres, según lo señalan a DIARIO DE LEÓN dos representantes de la misma, Covadonga y Milagros”
Las siguientes noticias aparecidas son la reseña de la inauguración, el 3 de junio, y un reportaje humano a partir del relato de una las víctimas acogidas, que aparece el 26 de julio de 1987. Como información complementaria, la periodista recoge que durante el año 1986 fueron denunciados 180 casos de malos tratos en las comisarías y cuarteles de la Guardia Civil de la provincia. Es decir que el problema no es nuevo; se mantiene constante en el tiempo y es conocido en el ámbito de la seguridad ciudadana.
En cuanto al tratamiento, el reportaje recoge esta observación: "Angeles Rivera, asistente social del Centro de Información a la Mujer, señala que los casos de alcoholismo, desequilibrios mentales, presión social, etc, suelen ser bastante frecuentes como causas desencadenantes de la violencia sobre las mujeres".
Sin embargo, «cada caso es muy distinto», matiza, y no descarta la existencia de personas que han aprendido cultural y familiarmente el uso de la violencia.
Este proceso informativo: noticia a raíz de la apertura de un dispositivo de protección para las víctimas, no tuvo el mismo eco en los medios nacionales cuando se abrió la primera casa de acogida en Barcelona en 1983. En este sentido, cabe apuntar que la cercanía es un elemento que favorece la difusión de determinadas noticias consideradas marginales en la prensa local.
Según Fagoaga, a finales de los 90 se informa el doble respecto a los años 88-89 y el triple respecto al período 82-83.
A partir de Ana Orantes, como decía al principio, la mujer maltratada y posteriormente asesinada “existe” porque “ha sido representada socialmente por los medios, existe mucho más que cualquier otra”.
Por ejemplo, la funcionaria leonesa Mercedes Collado Arias había sido asesinada ese mismo año en Cuenca por su ex marido, quien le disparó con una escopeta en presencia de su hijo de siete años. Y no tuvo la misma repercusión; según las crónicas este asesinato “fue superado en crueldad” por el de Ana Orantes. Pero, ¿se puede medir la crueldad? La diferencia aquí no es de crueldad sino de construcción mediática: había imágenes de la víctima.
La investigación recalca que, a
finales de los 90, entre las fuentes
consultadas por los periodistas
ante estas noticias la policía es el actor dominante: 61,5%; las
mujeres, sólo constituyen el 7,5%; los organismos de Justicia, el 9%
y personas expertas, el 6%.
Hoy día creo que esto está cambiando un poco. El hecho de que se celebren jornadas, cursos, simposios, etcétera contribuye a difundir otros puntos de vista y otros enfoques, especialmente en reportajes de investigación, aunque no tanto en el tratamiento de la noticia de urgencia.
Ana Gaitero Alonso, periodista.
Conferencia pronunciada el 12 de noviembre de 2004 en León.
Clausura de la formación en violencia de género organizada por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de León y dirigida a policías locales y trabajadores sociales.