lunes, 23 de abril de 2012

LAS DE CAÍN

Vais a pasar las de Caín. Este es el mensaje que Rajoy nos ha mandado desde Bogotá, birrete en testa, para que no nos relajemos ni mientras hace giras por el mundo de las potencias emergentes para darse un baños de grandeza.
Ya lo dijo Marco Tulio Cicerón hace 2.064 años: «El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota».
Lo cierto es que el Imperio Romano, por mucho que Cicerón advirtiera, se vino abajo. Igual que la montaña en Caín. El desprendimiento que ha dejado bloqueada la casi centenaria ruta lo ha provocado el río Cares. La erosión de las aguas sobre la garganta. O sea, el discurrir de la vida.
Lo que está por ver y, no lo saben ni los gurús de la economía, es hacia dónde nos va a llevar el río de la crisis, que es mucho más profundo que el déficit público. Está por ver qué rocas se van a desplomar sobre el río de la vida, desde nuestro pequeño pueblo al mundo mundial.
Juancarlistas y felipistas
Cayó hasta el Rey. En Botswana. No porque le pusiera la zancadilla la masa crítica republicana leonesa que el 14 de abril estaba recordando a las víctimas paseadas y fusiladas en Puente Castro y aún no rehabilitadas en León. Lo que pasa es que al país, donde mucha gente está pasando las de Caín, le ha caído la cacería real de elefantes como el argayo sobre el río Cares.
La onda expansiva ha salpicado a toda la corona y ha tenido que salir el príncipe a interceder por el padre. El país opinante se ha dividido entre juancarlistas y felipistas. De Felipe VI. Ya hay campaña proabdicación. El caso es cambiar de era. Yo apuesto por la era de Acuario, que las de mis pueblos ya no existen. Las ventilaron con chalets y con parques tecnológicos.
Argayos sobre la educación
El argayo es la receta de la semana. A la educación y a la sanidad les arrancan calidad y justicia social en nombre del bien común. Un 20% más de alumnado por aula, dos horas más de trabajo en las consultas sanitarias, el aumento del repago de los medicamentos... son la piedra filosofal de Rajoy para sacarnos de la crisis y crecer, dice. Crecer, pero ¿hacia dónde? De momento, lo único que hace es empujar el argayo para que se despeñen los dos pilares del Estado del Bienestar. Crecer hacia abajo es hundirse.
«La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado». No, no lo dijo Rajoy. También es de Cicerón. Que se anticipó dos mil años al clamor popular y leonesista en contra de la contratación de Joaquín Otero, ex procurador de la UPL, como asesor del Procurador de Común. Que, por más que digan, lo ha puesto Herrera. Amoedo calla y otorga por la cuenta que le trae, sobre todo después de la campaña contra esta institución que salió de la propia Junta.
Espíritu comunero
Contratan a gente así y creen que todo el mundo es igual. El mensaje que el Gobierno intenta que cale en la opinión pública es que hemos vivido del cuento y hemos arruinado al Estado. Já. Y la banca se va de rositas. Con su botín a buen recaudo. Lo triste es que el mensaje calará porque el PP hará lo que quiera en RTVE. Para eso ha roto el consenso a la hora de elegir la presidencia. La pondrá a dedo y punto. Será por ahorrar. Anda ya...
Por más fríos que nos deje Villalar en León, no estaría de más reivindicar el espíritu comunero. No olvidemos que fue una rebelión contra un rey extranjero y abusador. Carlos I de España y V de Alemania. Fíjense que mañana, día 23, fiesta de la Comunidad Herrera pasará de puntillas por Villalar. No quiere contaminarse del espíritu comunero. Rajoy le ha llamado a capítulo y, para dar ejemplo, trabajará en día de fiesta. A lo mejor manda a Joaquín Otero a hacer un informe. A Caín, digo.

4 comentarios:

  1. ¡¡Pobres cainejos!! no se lo merecen, además ahora es cuando van a prohibir los documentales de la dos, fuera elefantes (son subversivos) y van a cascar el NODO con Urdaci ¡¡mola!!

    Un abrazote utópico, Irma.-

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  2. Tienes razón. Yo lo proponía por lo del argayo. Hubiera sido mejor mandarlo a Villalar a hacer honores al presidente.
    Sigo rodando,
    gracias utópica amiga

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  3. He leído lo de la "era de Acuario" y he pensado en nuestro pueblos sumergidos bajo los pantanos...todo se pega, y este espíritu de empobrecimiento, incertidumbre y cutrerío también.

    Pero resistiremos, como lo hacen los cantos rodados.

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  4. Gracias, José Luis. Qué asociación tan genial de la era de Acuario con los pantanos. Pobres pueblos sumergidos bajo el agua, unos, y bajo el olvido, muchos.

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