Vais a pasar las de Caín. Este es el mensaje que Rajoy nos ha mandado
desde Bogotá, birrete en testa, para que no nos relajemos ni mientras
hace giras por el mundo de las potencias emergentes para darse un baños
de grandeza.
Ya lo dijo Marco Tulio Cicerón hace 2.064 años: «El
presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la
deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios
públicos debe ser moderada y la ayuda a otros países debe eliminarse
para que Roma no vaya a la bancarrota».
Lo cierto es que el
Imperio Romano, por mucho que Cicerón advirtiera, se vino abajo. Igual
que la montaña en Caín. El desprendimiento que ha dejado bloqueada la
casi centenaria ruta lo ha provocado el río Cares. La erosión de las
aguas sobre la garganta. O sea, el discurrir de la vida.
Lo que
está por ver y, no lo saben ni los gurús de la economía, es hacia dónde
nos va a llevar el río de la crisis, que es mucho más profundo que el
déficit público. Está por ver qué rocas se van a desplomar sobre el río
de la vida, desde nuestro pequeño pueblo al mundo mundial.
Juancarlistas y felipistas
Cayó
hasta el Rey. En Botswana. No porque le pusiera la zancadilla la masa
crítica republicana leonesa que el 14 de abril estaba recordando a las
víctimas paseadas y fusiladas en Puente Castro y aún no rehabilitadas en
León. Lo que pasa es que al país, donde mucha gente está pasando las de
Caín, le ha caído la cacería real de elefantes como el argayo sobre el
río Cares.
La onda expansiva ha salpicado a toda la corona y ha
tenido que salir el príncipe a interceder por el padre. El país opinante
se ha dividido entre juancarlistas y felipistas. De Felipe VI. Ya hay
campaña proabdicación. El caso es cambiar de era. Yo apuesto por la era
de Acuario, que las de mis pueblos ya no existen. Las ventilaron con
chalets y con parques tecnológicos.
Argayos sobre la educación
El
argayo es la receta de la semana. A la educación y a la sanidad les
arrancan calidad y justicia social en nombre del bien común. Un 20% más
de alumnado por aula, dos horas más de trabajo en las consultas
sanitarias, el aumento del repago de los medicamentos... son la piedra
filosofal de Rajoy para sacarnos de la crisis y crecer, dice. Crecer,
pero ¿hacia dónde? De momento, lo único que hace es empujar el argayo
para que se despeñen los dos pilares del Estado del Bienestar. Crecer
hacia abajo es hundirse.
«La gente debe aprender nuevamente a
trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado». No, no lo dijo Rajoy.
También es de Cicerón. Que se anticipó dos mil años al clamor popular y
leonesista en contra de la contratación de Joaquín Otero, ex procurador
de la UPL, como asesor del Procurador de Común. Que, por más que digan,
lo ha puesto Herrera. Amoedo calla y otorga por la cuenta que le trae,
sobre todo después de la campaña contra esta institución que salió de la
propia Junta.
Espíritu comunero
Contratan a gente
así y creen que todo el mundo es igual. El mensaje que el Gobierno
intenta que cale en la opinión pública es que hemos vivido del cuento y
hemos arruinado al Estado. Já. Y la banca se va de rositas. Con su botín
a buen recaudo. Lo triste es que el mensaje calará porque el PP hará lo
que quiera en RTVE. Para eso ha roto el consenso a la hora de elegir la
presidencia. La pondrá a dedo y punto. Será por ahorrar. Anda ya...
Por
más fríos que nos deje Villalar en León, no estaría de más reivindicar
el espíritu comunero. No olvidemos que fue una rebelión contra un rey
extranjero y abusador. Carlos I de España y V de Alemania. Fíjense que
mañana, día 23, fiesta de la Comunidad Herrera pasará de puntillas por
Villalar. No quiere contaminarse del espíritu comunero. Rajoy le ha
llamado a capítulo y, para dar ejemplo, trabajará en día de fiesta. A lo
mejor manda a Joaquín Otero a hacer un informe. A Caín, digo.
¡¡Pobres cainejos!! no se lo merecen, además ahora es cuando van a prohibir los documentales de la dos, fuera elefantes (son subversivos) y van a cascar el NODO con Urdaci ¡¡mola!!
ResponderEliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Tienes razón. Yo lo proponía por lo del argayo. Hubiera sido mejor mandarlo a Villalar a hacer honores al presidente.
ResponderEliminarSigo rodando,
gracias utópica amiga
He leído lo de la "era de Acuario" y he pensado en nuestro pueblos sumergidos bajo los pantanos...todo se pega, y este espíritu de empobrecimiento, incertidumbre y cutrerío también.
ResponderEliminarPero resistiremos, como lo hacen los cantos rodados.
Gracias, José Luis. Qué asociación tan genial de la era de Acuario con los pantanos. Pobres pueblos sumergidos bajo el agua, unos, y bajo el olvido, muchos.
ResponderEliminar