sábado, 21 de septiembre de 2013

Vasos incomunicantes

Hoy es el Día Mundial del Alzhéimer. Hoy se habla del cese de la memoria. Hablar, recordar. Bajar a la sima de las neuronas secas y humedecerlas con una palabra, una imagen, una muñeca. O ya tan sólo un abrazo. La enfermedad del olvido es una epidemia.

Mi madre aún tiene buena memoria. Es uno de sus tesoros. Pero cada vez más, postrada en la cama, no quiere recordar. Le duele. Quiere respirar y el aire apenas llega a sus pulmones.

Sufre una enfermedad rara, ignorada, olvidada por la ciencia. En casa empezamos a conocerla hace 16 años pero nunca le pudimos poner cara ni etiqueta. La medicina no encontró su rastro, sólo unos síntomas. Alarmantes.La paciente se sobreponía sorprendentemente al cuadro fatal. Desarrolló venas donde no las hay para evacuar la sangre de la vena cava.

El síndrome desconcierta y descoloca los parámetros de la clínica. Debería ser un cáncer pero no lo es. Es una masa sin nombre en el mediastino. Un ovillo de vasos incomunicantes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario