El alcalde no despide. Sólo suprime puestos de trabajo. La era de los
eufemismos ha ganado un nuevo militante. Llamar a las cosas por su nombre en los
tiempos que corren se va poniendo cada vez más difícil. Ni siquiera Emilio
Gutiérrez, que es licenciado en filología anglogermánica, habla claro. ¿Será
diferente irse al paro por un despido que por te supriman el puesto de trabajo?
¿Será más pírrica la indemnización por una cosa que por otra? ¿Sufre más la
persona despedida que la suprimida?
Es difícil encontrar respuestas en esta ceremonia de la confusión que invita,
cada vez con más brío, a pensar por uno mismo y por una misma. Cobra actualidad
la autogestión de la realidad, que no es lo mismo que el yo me lo guiso y yo me
lo como.
Han forrado el hall de la Facultad de Filosofía y Letras con un cuadrilátero
de césped que no es un campo de fútbol, aunque lo parece. Debe ser tan caro como
el que usan para que corran las estrellas del universo detrás del balón en los
grandes campos de fútbol, incluido el de la paupérrima y terceradivisionista
Cultural.
Se mueven
Con el césped muerto han escrito una palabra que, según se mire, tiene
distinto significado. Si uno se sitúa cara al este, o sea desde la entrada
principal, la palabra es inglesa: ON. Desde el lado contrario, se lee NO. Pero
no me parece un mensaje contradictorio. Para mí, es ponerse las pilas y empezar
a decir no, aunque sea muy simple.
Algo parecido deben pensar los estudiantes leoneses que esta semana salieron
ejemplarmente a la calle para exigir menos recortes y una universidad con
igualdad de oportunidades. Seis mujeres llevaban la pancarta con los
hashtags del Twitter: ULeSeMueve y NoAlTasazo. En Filosofía y Letras,
además de arte sobre el césped, han hecho cuentas, para que digan que los de
letras no saben de números, y la conclusión no puede ser más desalentadora para
quienes tenemos hijas e hijos en edad de estudiar. Desalentar la formación
universitaria por la vía del dinero no puede ser más empobrecedor para un país.
Tiene que haber otras fórmulas.
Médicos en Hungría
Me dicen que en Hungría a los estudiantes que no van a clase les echan de la
universidad para que dejen la plaza a quien quiere prepararse de verdad. Y me
cuentan que los profesores son respetados y, si el alumnado lo considera
oportuno, hasta aplaudidos al finalizar la clase. Y que las clases no son un
monólogo del profesor escuchándose a sí mismo. Insólito, ¿verdad?A lo mejor hay
que copiar algo de esta Europa emergente que está convirtiendo en negocio la
formación de futuros médicos.
Tampoco dice nada bueno de un país que forma a sus jóvenes para exportarlos a
Alemania, Inglaterra, Francia... como si fueran mercancía, mientras atiborramos
nuestra bolsa de la compra de mercancía alemana o china. A esto se le llama
descapitalizar a un país. Globalizados estamos.
IBI a la vista
Y con el IBI a la vista y mermando la cuenta corriente. No entiendo que el
Ayuntamiento mendigue créditos para devolver el 50% del IBI indebidamente
cobrado por el gobierno socialista y leonesista. Se podría ahorrar los intereses
descontando, aunque fuera a plazos, una cantidad a cuenta del año en curso. Y
francamente, es más urgente arreglar otras cosas, no destruir servicios. Menos
aún se entienden los miramientos con el patrimonio de la Iglesia a la hora de
cobrar impuestos como el IBI. Y más difícil de entender que se nacionalicen los
tóxicos de Bankia sin depurar responsabilidades. Ni a Rato. Ni al Banco de
España.
*El jardín encendido, obra del artista leonés Alfredo Omaña, acoge durante el mes de mayo de 2012 la XIX edición de El Hall Transformado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León.
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